Guillermo Rodríguez. En la tarde de este miércoles, la Hermandad de la Paz y Esperanza ha celebrado un íntimo e histórico acto de culto en la Parroquia de San Lorenzo en la que ha tenido lugar una Solemne Eucaristía ante la Imagen alrededor de la que se reunieron los fundadores de la corporación capuchina en aquel lejano año de 1939, el Señor de las Penas (conocido popularmente como “Penitas”. Un acto sencillo, concelebrado brillantemente por D. Rafael Rabasco, párroco de San Lorenzo y Fray Pedro Enrique consiliario de la hermandad de Capuchinos.
Durante sus sucesivas intervenciones ambos concelebrantes hicieron numerosas menciones al origen de la hermandad personalizado en la figura de aquellos jóvenes miembros de Acción Católica, que se reunían en la tristemente desaparecida ermita de San Juan de Letrán, lugar en el que se encontraba la referida imagen (y no en San Lorenzo), propiedad actualmente de la Parroquia y sobre la que la corporación del Miércoles Santo bien haría en explorar las posibilidades que pudieran existir para que la imagen tuviera el mismo destino que ha tenido la de San Juan Evangelista, obra de Juan Martínez Cerrillo y cuya recuperación ha supuesto un hito fundamental en el mandato del actual hermano mayor. De lograrse, sería sin lugar a dudas la incorporación al patrimonio de la hermandad más importante de su historia. Emprender un camino trufado de dificultades como ese supondría escribir con letras de oro el nombre de los actuales dirigentes en la historia de esta cofradía.
Los hermanos fundadores llegaron a celebrar en honor del Señor de las Penas, denominado de la Humildad y Paciencia en algunos textos de la época de fundación de la hermandad, un besamanos el Domingo de Ramos de 1939, como bien ha referido en su alocución D. Gregorio del Rey Alamillo que ha ejercido de representante de la corporación durante la eucaristía.
La homilía, un texto excelente y ameno, ha recordado que el Señor de la Penas es una imagen que no tiene cofradía pero que goza de la devoción de buena parte de la parroquia que bebe de su mirada, “una mirada que recuerda incuestionablemente al Rey de Capuchinos y que rebosa ternura, condescendencia y esperanza”.
La misa ha tenido lugar en la tarde de este miércoles a causa de que la imagen ocupará un lugar preferente entre los importantes elementos patrimoniales que darán forma a la exposición “La Paz un legado de 75 años” que estará abierta del 29 de enero al 8 de febrero en el antiguo oratorio de San Felipe Neri (Gobierno Militar) y se inaugura este jueves. Con total seguridad esta misma eucaristía celebrada un sábado o un domingo hubiese tenido una asistencia muy superior pero ello no le ha restado ni un ápice de emotividad.
Al término del culto, y tras el oportuno agradecimiento al Barrio de San Lorenzo y a las hermandades de la parroquia, presentes en el acto, y el recordatorio del párroco a los hermanos de la Paz de que “en San Lorenzo también tenéis un poquito de vuestra historia”, algunos fieles y devotos de la imagen se acercaron para besar su pie y pedirle al hermano mayor que “cuidara de ella”. Una ceremonia solemne y al mismo tiempo sencilla que demuestra que a veces no hacen falta grandes fastos para realizar un acto cargado de sentimiento y significado.
Fotografías: Antonio Poyato
Fotografías: Antonio Poyato
Recordatorio La Paz y Esperanza presenta los actos del LXXV Aniversario de su fundación en un emotivo acto