Blas Jesús Muñoz. A la izquierda siempre se le ha atribuido el Sambenito (no sabemos si el inquisitorial, cruz verde al pecho) del exceso regulador, pero está visto que, en cofradías, si no se produce excedente legislativo los desmanes crecen como las hortalizas en un invernadero transgénico.
Si la Córdoba del XIX era un hervir alocado de procesiones desordenadas (habría que viajar en el tiempo para refrendar), la Andalucía cofrade actual parece menos religiosa y mucho más feriada. Albero de romero y pétalos para celebrar, una por mes, salidas extraordinarias con los motivos más peregrinos.
Asenjo Pelegrina ha dicho basta en la Archidiócesis sevillana. Un hasta aquí condicionado y no demasiado contundente, como a un servidor le gustaría. Si bien, al menos en lo simbólico, ha dictado unas condiciones mínimas. Y, aunque habrá quien se queje y se rasgue las vestiduras en el salón de su casa, hacía falta poner algo de juicio en este asunto.
Busquen en la hemeroteca más reciente y descubrirán que si 25, 75 ó 40 años de fundación, bendición, obras del templo, ampliación de la casa hermandad o adquisición de instrumental... Ahora, al menos hay un mínimo, pero tarde o temprano de Mons. Asenjo acabaremos volviendo a Trevilla y siendo categóricos, a no ser que queramos convertir la Semana Santa en una rareza como el título de aquel LP de Héroes del Silencio.