Antonio Rendón Domínguez. La Real e Ilustre, Fervorosa y Primitiva Hermandad de pescadores del Dulce Nombre de Jesús y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Esperanza, titulo de la Hermandad de pescadores, del Miércoles Santo Ilípense de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río, procesionó con normalidad, realizando su largo recorrido para dar la bendición, por las calles de la villa en su recorrido penitencial, con la previa del centenario Sermón de Pasión, que en esta ocasión fue pronunciado por Antonio Marín Cara S.J, junto con la magistral voz de la Sentencia de Pilato y la voz del Ángel, por la familia Espinosa Roldan.
Unos de los momentos más emotivos es su paso por el barrio del Arenal, de tradición fluvial. Se tiene constancia que esta Hermandad fue fundada hacia 1630 y sale el Miércoles Santo por la noche a las 9:30 horas (antes salía el Viernes Santo hasta 1966), desde la Santa Iglesia Parroquial de Sta. María de la Asunción, edificio mudéjar iniciando en el siglo XVI, recogiéndose de madrugada.
El paso de Jesús representa a Cristo en su subida al Calvario con la Cruz a cuestas. Le acompaña Simón de Cirene, el más Primitivo de la Hermandad, hombre labriego que ayuda a llevar la pesada Cruz a Jesús, bajo los sones de la magnífica Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Vera+Cruz de la localidad sevillana de la Puebla de Cazalla.
En la noche del Miércoles Santo Ilípense, se olía a mar, o al menos eso era lo que evocaba el paso de palio de la Virgen de la Esperanza marinera, que junto al Guadalquivir, sonaron los sones de la Salve marinera, que junto a su hijo Jesús con la Cruz a cuestas y la sirena del Puente de maniobra, que pasearon a la Santísima Virgen a los sones de la Magnifica Banda de Música de la Asociación Musical San Sebastián de la localidad hermana de la provincia de Sevilla de Villaverde del Río, que dirige su director titular Manuel Ramos Rincón.
Los nazarenos de esta Hermandad de Jesús visten túnica y antifaz blanco, botonadura, vueltas de la capa y bocamanga morada y gola fernandina alrededor del cuello.
Acompañaron a la Stma. Virgen de la Esperanza a su salida y durante un tiempo por las calles céntricas de la Villa, los amigos de Tablada, antiguos militares del Ejército del Aire llamados cariñosamente “Los Pichones”.
Fotos y texto Antonio Rendón Domínguez