Este sábado
día 13 de junio se oficializó lo que todos sabíamos que iba a pasar en la
ciudad desde que el Partido Popular perdiera la mayoría absoluta en las
elecciones municipales del 24 de mayo. Visto que la irrisoria propuesta del
alcalde saliente (dejadme un poquito más, anda… solo unos mesecillos) no tuvo
buena acogida, hoy 14 de junio tenemos nueva alcaldesa gracias al pacto de tres
partidos, tres, no ganadores (es que decía mi querido Miliki, en paz descanse,
que la palabra perdedor sonaba muy mal). La señora Isabel Ambrosio tenía por
eslogan electoral “Gobernar para la mayoría”… Empezamos regular, señora
alcaldesa, porque esto de mentir antes de haberse echado a andar no me parece a
mí que quede bonito. Pero bueno, dadas las circunstancias comienzo felicitándola
por su nombramiento y deseando, de corazón, que sea usted una fenomenal gestora
de esta ciudad.
Permítame a
todo esto que me presente, señora Ambrosio. Yo me llamo Marcos y entre mis
aficiones están las Cofradías y escribir este mi espacio en Gente de Paz para,
entre otras cosas, darle con la vara de la memoria a uno que dice que es
periodista y luego se documenta muy mal para escribir, normalmente,
barbaridades muy grandes. Pero a lo que iba, señora alcaldesa, que me voy por
los cerros de Úbeda. El hecho es que pasaba yo ayer por la mañana por nuestro
horrible consistorio (si lo derriba lo mismo hasta la voto dentro de 4 años,
fíjese lo que le digo) cuando usted y el resto de ediles abandonaban el
edificio y era usted vitoreada por varias personas que había por allí. Algunas,
según me he informado, eran de la Acampada Dignidad que tiene ocupado el antiguo
colegio Rey Heredia (para los de cierta edad, Fray Albino), a los cuales parece
que su partido y el del resto de partidos no ganadores de las elecciones han
prometido la cesión de dicho espacio y la rehabilitación del suministro de
agua. Y yo, que ya le he comentado que soy algo cofrade, he caído en la
necesidad primordial que tiene una de mis dos Hermandades de buscar una capilla
digna para sus Titulares y un espacio en el que desarrollar sus fines sociales.
Así que me he preguntado que qué ocurriría si a mi Hermandad se le ocurriera
ocupar un antiguo convento o iglesia abandonado -pongamos Santa Clara o Madre
de Dios- o bien cualquier edificio municipal sin uso, hacer una capilla allí
para mis Titulares y habilitar el edificio entero para que la Cofradía tuviera
allí sus instalaciones y crease, por poner, un comedor social o un asilo para,
por ejemplo, niños abandonados o para gente sin hogar. ¿Nos echaría usted una
mano para la cesión del edificio? ¿Nos lo arreglaría y nos suministrarían luz,
agua, gas, etc…? Consúltelo, please, con sus socios de gobierno. Sobre todo con
los que están pero no están, a ver si sería posible. Recuerde, si le ponen
pegas o si le dicen abiertamente que no, que las Hermandades cumplen una
función social fundamental en la ciudad y dejan tela de pasta a todos los
empresarios hosteleros de Córdoba que no nos dan, salvo rara excepción, ni un
soplido en el ojo. El ejemplo lo va a tener usted dentro de trece días, doña
Isabel. Ya verá qué de pelas dejamos a esta la ingrata ciudad que va a tener el
honor de gobernar durante al menos 4 años.
Sin otro particular y esperando
su contestación se despide de usted, siempre suyo
Marcos Fernán Caballero
Recordatorio Candelabro de cola: La Feria de las Cofradías