Hace 150 años, en 1865, la festividad del Corpus Christi se celebró el Jueves 15 de junio. En España reinaba Isabel II y Córdoba quedaba entusiasmada con la música que Vialeti conseguía robar de su bandurria en los salones del Círculo de la Amistad; omnipresente termómetro de la vida social córdobesa. Intentando hacerle algo de sombra el Casino industrial, agrícola y comercial organizaba sus famosos bailes que tanto dieron que hablar en nuestra ciudad, siendo no obstante, la velada organizada en la actual calle Capitulares, delante del altar del Ayuntamiento, la que un año más volvería a reunir a la mayor parte del vecindario.
Tanto es así que se solicita al Ayuntamiento que no permitiera el tránsito de coches diligencias y otros vehículos por el lugar habilitado para la velada, así como la ampliación del horario de la misma.
Tal y como se venía organizando durante los años precedentes, la procesión comenzó a las 8 de la mañana, regresando la Custodia de Arfe a la Catedral pasadas las 10.30 de la mañana. Córdoba vivía aquellos días una ola de calor extrema que provocó titulares tan curiosos como el publicado el miércoles 14 de junio, tan sólo un día antes de la procesión en el que se decía: "Nos asamos". Para colmo de males la ausencia de toldos a lo largo de la carrera que debía seguir la comitiva la mañana siguiente hizo desmerecer la procesión, pudiendo pensar que fue una de las más calurosas que se recuerdan.
Ignacio García Lovera, alcalde de Córdoba, escribió recomendando "eficazmente al vecindario de esta población el decoro y moderación que reclama este acto religioso (en referncia a la procesión del Corpus Christi), y que contribuya a darle más realce cerrando completamente todas las tiendas y talleres y adornando las fachadas de las casas de la carrera establecida por las calles del Mesón del Sol, Carrera del Puente, San Fernando, Librería, Ayuntamiento, Liceo, Arco Real, Letrados, Compañía, Santa Victoria, Santa Ana, Pedregosa, Céspedes y Grada-redonda".
El cortejo se organizaría de la siguiente manera: Batidores de la caballería, Acogidos del Asilo de Mendicidad, Acogidos de la casa-socorro, Cofradías con sus estandartes, el convite hecho por el Excmo. Ayuntamiento, las cruces parroquiales y Clero, Seminario de San Pelagio y Clero Catedral, Tribunal Eclesiástico, Cabildo Catedral, Custodia y gastadores, Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo, Excmo. Ayuntamiento, bnadas y música y escolta.
Tal y como describirmos para la procesión de 1915, la de 1865 estuvo acompañada de una Orden de la plaza, del 14 de junio de 1865 del Gobierno militar de la provincia de Córdoba, en la que se convocaba en la secretaría del propio Gobierno militar, para el Jueves de Corpus, a partir de las siete y media de la mañana, a todos los "Sres. Gefes" y oficiales de los cuerpos e institutos militares existentes en la capital, en traje de gala, para acompañar a la solmne procesión del Santísimo, así como los jefes y oficiales de reemplazo y retirados que gustasen.
Por la tarde toda Córdoba tuvo la oportunidad de disfrutar del paso de la Victoria, donde se pudo disfrutar de la música de la banda municipal y "tomar el fresco a las mil maravillas".
David Simón Pinto Sáez