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martes, 30 de junio de 2015

El Cirineo: Al César lo que es del César


Comenzaba mi artículo de opinión de hace justo una semana asegurando que hoy no habría ningún texto escrito en primera persona sobre el Regina Mater porque, en el legítimo ejercicio de mi libertad, había tomado la decisión de no estar presente en un acontecimiento que algunos han tildado de histórico y que indiscutiblemente dejó algunas estampas para el recuerdo que muchos cofrades cordobeses sólo podremos conocer a través del vídeo o la fotografía. Y en cumplimiento de lo anunciado, así será, por la insumisión relatada en mi exposición de hace siete días y porque desde que comencé a hacer pública mi particular visión de lo que sucede en nuestras cofradías, en este espacio que lleva el nombre de El Cirineo mucho antes de que cierta web de noticias nos lo tomase prestado para su sección morada, jamás he escrito de oídas y no voy a empezar a hacerlo a estas alturas del cuento.

No obstante, si quisiera mencionar dos aspectos relacionados con la Magna Mariana, uno que afecta directamente a Gente de Paz, y otro que incumbe, o debería, al global de los cofrades cordobeses.

El pasado miércoles les conté lo ocurrido en relación al reparto de acreditaciones a fotógrafos para el acontecimiento y de la advertencia que a alguno de ellos se hizo al hacerle entrega de la que le correspondía, lo que se traducía en que no tendríamos posibilidad de mostrar a nuestros lectores imágenes desde el interior de la Catedral. Como no quiero redundar en el mismo asunto, les remito a lo escrito entonces haciendo especial hincapié en el final de uno de los párrafos que terminaba diciendo: “No las tendremos a menos que "el responsable de comunicación de la Catedral, que coordina para bien o para mal los medios para la Magna Regina Mater" (sic) lo evite. En su tejado está la pelota y la responsabilidad de que semejante atropello no se produzca.” Pues bien, el mismo miércoles entablamos contacto con el mencionado responsable, José Juan Jiménez Güeto, que una vez conocida la situación solucionó el absurdo y aportó luz y lógica a todo este enojoso asunto. Como es de bien nacido ser agradecido, démosle al César lo que es del César. No sólo quedó claro gracias a su intervención que las fotografías son propiedad de sus autores y, como no podía ser de otro modo, pueden hacer con ellas lo que estimen oportuno, incluyendo publicarlas en la página que deseen, sino que a raiz de nuestro requerimiento, hemos sabido que se otorgaron acreditaciones sin las ridículas limitaciones que en origen se plantearon. Excelente su intervención que en justicia toca aplaudir públicamente, no sin antes recordar, que muchos estamos esperando volver a ver avanzar la cruz parroquial por los senderos de nuestro humilde espacio de libertad.

El otro sucedido relacionado con el Regina Mater del que quisiera aportar mi particular visión es la ausencia en el evento de Isabel Ambrosio, alcaldesa de Córdoba (empieza a serlo con minúscula) a resultas del pacto de no ganadores que le regaló la vara de mando hace apenas unas semanas. El sectario panfleto firmado por PSOE, IU y Podemos- Ganemos o como narices se llamen en esta bendita ciudad, ya dejó claro que esta sería una Corporación Municipal que no gobernaría para todos los cordobeses (lo de cordobeses y cordobesas se lo dejo a los giliprogres del lenguaje), más bien al contrario, puso de manifiesto que este gobierno, con su alcaldesa no ganadora al frente, lo haría contra una parte de Córdoba, los católicos, desde el preciso instante en el que el manifiesto impone en su punto 40, la “reclamación de la titularidad pública de la Mezquita-Catedral y de todos aquellos bienes de uso público usurpados”, denominando usurpación a una acción que hasta la fecha ha quedado meridianamente claro que es ajustada a derecho y así se han pronunciado los tribunales hasta la fecha, a pesar de las infantiles pataletas del “Califa Rojo”, y tildando de usurpadores, no a la jerarquía eclesiástica, sino a la Iglesia, es decir a TODOS los católicos. Dificilmente se puede conjugar el concepto de gobernar para todos cuando se insulta a una parte del todo. Señora Ambrosio, la Iglesia no es un ente abstracto formado por unos cuentos curas y monjas, no es la curia. La Iglesia somos todos los católicos, todos, los que votan y los que no. No pretenda engañar a nadie pregonando que quiere ser la alcaldesa de todos los cordobeses, porque no lo será mientras no retire el insulto suscrito por los tres partidos firmantes del repugnante panfleto. Me siento insultado como miembro de la Iglesia, me siento insultado por ser católico, por usted y por sus amigos. Mientras no se disculpe por ello y retire el insulto, quedará claro que su gobierno no es para todos, sino contra algunos.

La alcaldesa no ganadora, en sumisión al documento citado (que en el punto 44 recoge la frase “Impulso al carácter laico y la aconfesionalidad del ayuntamiento. Se eliminará la obligatoriedad de la presencia de la institución municipal en manifestaciones religiosas oficiales”) declinó asistir al Regina Mater con una excusa barata, que en ningún caso hubiese impedido acudir a ambas citas si hubiese existido la más mínima voluntad. Partamos de la base de que su antecesor, tampoco estuvo en el Vía Crucis Magno, es cierto que en aquél caso, ni siquiera se encontraba en Córdoba, pero su ausencia fue igualmente reprochable. Un alcalde debe estar donde su cargo así se lo exige, porque representa a toda la ciudadanía, a los que comparten su pensamiento y a los que no, y un evento que con independencia de su vertiente religiosa, que no puede alegarse cuando las creencias son inexistentes, reporta unos incuestionables beneficios económicos y de imagen para la ciudad que preside demanda su presencia.

Usted decidió no acudir y en este sentido, permítame que le haga un ruego. Obre en consecuencia, no asista absolutamente a nada que huela a incienso, pero sea valiente y no mande a nadie en su lugar. Yo particularmente prefiero ni verla aparecer por ningún acto cofrade, nada, ni a usted ni a los suyos, los presentes o los pasados, expresidentes de la Agrupación de Cofradías incluidos. Es altamente recomendable y coherente que los que firman contra nosotros eviten hacer acto de presencia en acontecimientos organizados por los menospreciados, porque una cosa es que te insulten, y que dejen muy claro que van a gobernar en tu contra y otra muy distinta en que se roce el recochineo queriendo aparentar que te respetan. La alcaldesa dejó claro el pasado sábado, que no respeta a una parte del pueblo de Córdoba, a la que no debe considerar potencial votante, visto lo visto. Hágame un favor y de ese pasito más que concluya en no enviar a ningún concejal sustituto. ¿Para qué les va a hacer pasar un mal rato si maldita la falta que nos hace?. Y cuando afloren las cifras de puestos de trabajo que existen gracias a las cofradías en esta ciudad, o a la generación de riqueza que se produce cada primavera, vuelva a sacar a pasear al “muchacho de la cera en el suelo y la responsabilidad que le piden al ayuntamiento los que se caen”… cuando quiera comparamos cifras, verá usted qué risa.


 Guillermo Rodríguez

















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