Finalmente se lo ha ahorrado. La diferencia de hermanos que no creyeron en mi proyecto han sido quienes, gracias a ellos, no ha tenido que darse el paseo hasta la sede que se encuentra frente al mayor templo de la ciudad. Esa era su amenaza, bajar hasta allí, hasta Torrijos, para denunciar que no estoy casado, que no tengo hijos, que no pertenezco a su Iglesia, si llegase a ser Hermano Mayor.
Qué verdad más grande decía San Marcos en el Evangelio, precisamente, del pasado Domingo: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos.” Esa condena que nos dice el evangelista se oyó, y bien clara, el pasado Domingo, pero no desde el púlpito, sino en grupos de “hermanos” a los que afirmaba que “no iba a consentir que llegase a ser Hermano Mayor de la Expiración un … “ casi nada.
Qué verdad más grande decía San Marcos en el Evangelio, precisamente, del pasado Domingo: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos.” Esa condena que nos dice el evangelista se oyó, y bien clara, el pasado Domingo, pero no desde el púlpito, sino en grupos de “hermanos” a los que afirmaba que “no iba a consentir que llegase a ser Hermano Mayor de la Expiración un … “ casi nada.
Finalmente, a este pobre anciano, le hemos ahorrado, entre todos, el paseo hasta Torrijos. Tengan cuidado quienes siendo mujeres, lisiados, o tuertos, se presenten a Hermano Mayor de una de sus cofradías. Estas fraternales amenazas les acompañaran durante toda su candidatura por quien, los libros de historia cofrade cordobesa, declaran como un cofrade ejemplo a seguir. Ole ahí.
Rafael Cuevas
Recordatorio El Compás de San Pablo: ¿Dónde está Dios hoy?