En poco tiempo se inundarán nuestras ciudades y pueblos con los ansiados carteles anunciadores de nuestra Semana Santa, romerías, ferias... Complicada es la tarea que tienen los oficiales de nuestras juntas de gobierno a la hora de elegir a los autores de los mismos.
¿Qué es lo que se busca con ellos? Es lo primero en lo que se debe pensar. A través de estas obras se pueden transmitir miles de emociones, por lo que elegir adecuadamente al artista se puede conventir en un quebradero de cabeza.
Son mirados con lupa por la ciudad, ya que en ellos ve reflejados los sentimientos de todo un grupo de personas.
Hay ocasiones que son tan simples, que aburren a la vista; sin embargo, poseen un gran significado para el que los contemplan. A veces, lo más sencillo, lo más obvio, es lo que llega al corazón, ya que éste no entiende otra cosa que el amor, el sentimiento más puro que hay.
Nuestros dirigentes no quieren repetir, quieren ser innovadores, o mejor dicho, sorprendentes, como en el caso de la felicitación navideña de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, realizada a base de diferentes tintadas de bolígrafo. Para ello, hay que arriesgar, buscar un buen artista especializado en ello y dejarlo trabajar libremente.
Por lo tanto, ¡arriesgad!, no tengáis miedo a ello. Dejad que vuele la imaginación libremente de nuestros artistas. No les cortéis sus alas ni le dirijáis su vuelo.