Blas J. Muñoz. La jornada del Viernes de Dolores volvió a dejarnos momentos intensos y emocionantes, toda vez que, en las inmediaciones mismas de la Semana Santa, una nueva adquisición patrimonial se presentaba en la Iglesia de los Trinitarios, en este caso, donada a la Hermandad del Cristo de Gracia. Se trata de una bandera de principios del siglo XX, cuya composición es sumamente especial y simbólica.
Donada por una familia de la cofradía, la pieza presenta una pintura de Luis López de Pereda, quien fuera cartelista de la Semana Santa cordobesa, que la hace especialmente interesante puesto que se basa en la fotografía más antigua de las que se conocen del paso del Cristo de Gracia y que le otorga un sabor a la bandera fuera de todo tiempo.
La antedicha bandera está confeccionada en raso morado y bordados en sedas de la Pía Asociación del Santísimo Cristo de Gracia. De tal manera que la confección y restauración del tejido se debe al buen hacer de la bordadora cordobesa, Mercedes Castro. Otra de las partes más interesantes de la pieza la encontramos en el mástil, a modo de lanza, que ha realizado Cuadrado.
Con los dos antiguos borlones en cordón de seda, esta nueva aportación al guión de la hermandad del Jueves Santo era bendecida durante la Misa celebrada para finalizar el devoto Besapiés al que la Sagrada Imagen estuvo expuesta el antdicho Viernes de Dolores.
Recordatorio Enfoque: A David Luque no le gustan las cofradías