Hoy mi artículo no va a ser muy extenso. Estoy cansado de tanto fariseo y de tanto “yoismo”. Parece ser que nos lo merecemos todo. Pero claro todo lo bueno, lo malo para otro. Y que a mí ni se me acerque ni por asomo.
¿A qué jugamos? Sí, y me lo pregunto todos los días, y en más de una ocasión en el transcurso del mismo. No veo nada más que todos queremos que nuestros derechos sean respetados, por encima de cualquier cosa, persona, de lo que sea. Y esto es lo que importa y prevalece. Importa muy poco, lo que los demás crean o piensen o incluso crean conveniente en ciertos momentos o lugares o en función de las circunstancias. Lo único importante es lo que creamos cada uno de nosotros sin importarnos lo que el prójimo piense y menos aún si lo decide.
De verdad esta es la manera de ser que queremos de unos y de otros. Así de verdad, creemos que vamos a llegar a dónde queremos y por supuesto sino llego es por la culpa de ese o de aquel. No por la mía, porque eso es, simplemente, imposible.
Si de verdad, hiciéramos cada uno de nosotros un examen de conciencia profundo y verdadero, nos daríamos cuenta en que nos estamos convirtiendo y a lo que vamos a llegar. Que va a ser a una panda de hipócritas, que solo nos va a importar nuestro ombligo, y que me vean todos como alguien que está siempre en posición de “mi verdad” que es la que me interesa, aunque esa verdad no sea ni la verdadera.
Es muy triste ver que solo nos mueven las acciones en función del interés que eso tenga sobre mí o el beneficio que yo saque de ello. Ya no nos mueve el hacer el bien sin recibir nada a cambio. Sólo perseguimos nuestra ambición por encima de cualquier cosa o persona. Mal caminamos y peor será nuestra meta.
Lo que siembres en tu camino, será lo que recojas unos años después, no sé si será uno o dos o tres, no tengo ni idea. Será cuando tú pienses que es el momento de volver por ese camino triste que sembraste. Y está visto y comprobado que no será como tu pensabas que iba a ser, puesto que tú te encargaste de sembrar esa mala hierba que ahora se volverá en contra tuya, por muy bonita que sea. Pero claro, dirás que injusta es la vida contigo o los demás hacia ti. Seguirás tan ciego que no te acordarás de lo que hiciste y dejaste en tu caminar…
Pachi Giraldo
Recordatorio En mi Huerto de los olivos: El azahar nos va dejando