R. Rodríguez. El próximo martes por la noche o recién entrada la madrugada del miércoles 1 de junio conoceremos si la carrera oficial de Córdoba se traslada al entorno de la Catedral. Todo hace presumir que se aprobará por amplia mayoría el cambio de escenario, pero a pocas horas de que se adopte la decisión hay dudas razonables de que todas las hermandades voten sí.
Hay corporaciones que nunca han visto claro un traslado definitivo. Unas por cuestiones técnicas y otras por propia definición. Y pese a que la mayoría aboga por el traslado, no queda nada claro, como ya les informábamos, que las que han venido haciendo estación de penitencia estén dispuestas a renunciar a transitar por el interior del templo, como han hecho algunas de ellas este año.
Si será un referéndum previo a los comicios dependerá de lo que acontezca en el debate y posterior votación del martes. Aunque la unanimidad, a tres días de la cita no parece tan cercana como hace unos meses. Las circunstancias son otras. Por ejemplo, la no apertura por el momento de la segunda puerta puede que esté presente para algunas corporaciones. El ejemplo está en la Hermandad del Cristo de Gracia que solo puede acceder al templo catedralicio por la Puerta del Perdón.
El acceso al interior de todos los pasos se plantea casi imposible, por lo que habrán de plantearse soluciones para que el máximo número de cofradías dé el sí. Además no hay que olvidar que hay hermandades que ya mostraron sus dudas en cabildo de hermanos como la de Jesús Caído. O el Resucitado que tuvo alguna duda este 2016, o el caso de las hermandades que negociaron sus horarios e itinerarios hasta el último momento. Es probable que la unanimidad no esté tan cerca y se produzca alguna abstención o negativa.