Blas J. Muñoz. Coincidiendo con la festividad de la Virgen de Fátima, la Hermandad de la Merced y su -hasta ese momento- banda de música anunciaban la desvinculación entre ambas instituciones, de tal modo que la formación iniciaba su andadura en solitario y de forma independiente, por primera vez desde que se fundara hace ya seis años.
Una vez conocida esta separación de caminos, la misma parece ser integral puesto que el Lunes Santo de 2017 no será la Banda de Música Santa María de la Merced la que ponga sus sones a la bella Dolorosa que gubiara el inolvidable Francisco Buiza, sino que, por contra, será otra formación muy conocida en la capital cordobesa la que acompañe a la Titular Mariana de la cofradía de San Antonio de Padua.
Se trata de la Banda de Música Tubamirum de Cañete de las Torres, la escogida por los responsables de la Hermandad de la Merced. Una formación de garantías que tiene y ha tenido un dilatada experiencia en la ciudad con actuaciones que han ido desde la Virgen de la Palma hasta el grupo escultórico de Nuestra Señora de las Angustias Coronada, hasta su participación actual con la Trinidad, entre otros.
Así las cosas, se abre un nuevo período tanto para la cofradía como para la banda que creció en su seno y que, ahora, aparece definitivamente marcado por una separación que habrá de valorarse, en su justa medida, con la perspectiva que solo otorga el paso del tiempo.
Recordatorio Diez Hermandades para tres bandas de Córdoba