Juan Pérez. Los días previos a Pentecostés dejaron una parte importante de Sevilla en el camino y luego en El Rocío. Mientras sonaba el eco de las sevillanas de los Romeros de la Puebla que marcaron una época de esplendor rociero, por los mentideros cofrades circula el rumor de que podría haberse producido una reunión secreta o discreta en la casa de una filial de un pueblo que otro grupo eterno de sevillanas llevó y lleva en su nombre.
Según esas informaciones que circulan por doquier y que han llegado a nuestra redacción, algunos miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de La Paz (aunque hay quien reduce sus cargos a meros intermediarios) podrían haberse reunido con el capataz destituido, Antonio Santiago Muñoz en la aldea almonteña. El objetivo de esa supuesta charla sería el de limar asperezas, después de los acontecimientos vividos. Una noticia que, por supuesto, los presuntos interlocutores no confirman en modo alguno.
Del contenido de esa presunta charla no han trascendido demasiados datos, aunque sí se indica que el hipotético detonante del cese de Santiago podría ser el airado rechazo de éste ante el cambio de la fecha de la salida de la Virgen del Prado que estaba prevista originalmente para el Domingo 22 y que se movió al 21. Aquí hay que recordar que el domingo el Sevilla juega la final de la Copa de S.M. el Rey y alguien podría pensar que ello podría redundar en una menor afluencia de público viendo la procesión que lo que es costumbre.