Blas J. Muñoz. Me siento ante el ordenador en la noche previa a un partido de fútbol importante. A estas alturas, los nervios, su cosquilleo martilleante, solo aparece cuando se trata de mi equipo y solo disfruto del deporte al que llaman "rey" en partidos extraordinarios. No con los de mi Córdoba, entonces siempre sufro y mucho. Desde la más tierna infancia, pubertad o adolescencia cuando Berges, Paco, Mompalet, Mantecón, Tejero, Torres, Quini, Loreto, Rafa Navarro y un largo etcétera avivaban la esperanza previa a la frustración. Y es que desde Maspalomas a Sestao se escribió una historia de frustración que se convirtió en la metáfora perfecta de la ciudad a la que las franjas blanquiverdes representaban. Y, sin embargo, a los que allí nos dejamos el pulso de un sueño, con más pesadillas que placeres, se nos curtió la piel de la perspectiva.
En todos aquellos años y en los que prosiguieron al milagro de Cartagena (aun recuerdo con más cariño que el ascenso de Las Palmas), siempre hubo otro equipo, otras franjas -azules y blancas-, que infinitas veces sentimos como propias. Cómo olvidar ahora al Recre, cuando más lo necesita. Ellos regresaron antes a segunda y tuvieron la suerte de disfrutar de un sueño en Primera. Reconozco que mi envidia era sana, pues nunca olvidé aquel partido en que ganaron al Málaga y metió al Córdoba en la liguilla maldita.
Cada encuentro en segunda, cada visita de la afición onubense, simplemente, para darnos su apoyo contra otro rival en otra fase de ascenso. Aquel primer encuentro en Segunda con Escalante en el banquillo y los ojos abiertos sin dar crédito, después de tanta espera. Aquel viaje, el año de del Play-Off de Paco y aquel viaje en carretera, la llegada a Huelva y el Colombino esperando como el segundo hogar del cordobesista.
El Recre puede desaparecer, pero hasta las hermandades se han posicionado y ofrecen su ayuda porque el Decano no merece un final así, no merece su final. Cuando vean la luz estas líneas, probablemente, el sueño del Córdoba de regresar al Paraíso de los futboleros continúe o deba aguardar. Lo que sí está claro es que ese sueño, siempre se disfrutará más con la pervivencia de una afición hermana como la del Recreativo de Huelva.
Recordatorio Enfoque: Eres el mejor, pero te echo