Blas J. Muñoz. Manuel Martín Nieto (Morón de la Frontera) es uno de los imagineros del momento, toda vez que sus labores como restaurador comienzan a adquirir cierta repercusión, tal y como lo atestigua la que está llevando a cabo con la talla de María Auxiliadora de Triana.
Más allá de las mismas, dos imágenes de reciente cuño marcan el momento artístico por el que atraviesa el imaginero. La primera de las mismas veía la luz la pasada Cuaresma y suponía su ópera prima en Córdoba. Y es que el Señor de los Afligidos marca el inicio de una etapa ilusionante para la Hermandad de la Presentación al Pueblo, así como abría un nuevo periodo en la concepción de la escultura religiosa ennla capital califal.
La segunda de las obras es la del Señor Resucitado que el artista de Morón acaba de concluir para la localidad madrileña de San Fernando de Henares. Una pieza impregnada de un marcado carácter naturalista que, en palabras del propio Martín Nieto concedidas a Pasión en Sevilla, trata de "presentar a Jesucristo con el máximo naturalismo y en el máximo esplendor de su Resurrección, donde nada distraiga la belleza de la anatomía y de la propia escultura. Para el movimeinto del señor me inspiró la escultura de Longinos que el gran maestro Bernini tallara para la Basílica de San Pedro del Vaticano".