Guillermo Rodríguez. Comienza en la ciudad de Córdoba un nuevo curso cofrade que inevitablemente estará profundamente marcado por el potencial desarrollo del proyecto de nueva Carrera Oficial, presentado a los responsables de las distintas hermandades por la Agrupación de Cofradías, para su análisis, valoración, presentación de modificaciones y alternativas y en su caso su aprobación. Un proyecto que aborda una serie de cuestiones fundamentales, como las vías de acceso y salida del itinerario común, que entre otros aspectos llamativos provocaría un cambio sustancial en el itinerario tradicional de acceso al entorno de la Catedral al que los cofrades cordobeses estamos acostumbrados, en la medida en que prácticamente inhabilita las calles Conde y Luque y Deanes para el tránsito de cofradías, rompiendo con una imagen que se había convertido en habitual en las últimas décadas, el transitar de cortejos nazarenos por el corazón de la Judería en busca del mayor templo de la Diócesis.
Aborda también la propuesta otros aspectos como el económico, cuyo saldo sería netamente positivo, derivado del importante incremento del número de sillas y palcos que redundaría de mayores ingresos y presumiblemente en mayores subvenciones para las distintas corporaciones, el estético, resultando indiscutible el salto cualitativo al sustituir una Carrera Oficial por otra, y de seguridad, aunque de manera más somera. No obstante, el estudio deja en el aire, tal y como mencionábamos hace apenas unas horas, otras cuestiones de especial trascendencia entre las que se encuentran las relacionadas con el trabajo que han desempeñar las cuadrillas costaleras. En este sentido, tal y como desarrollábamos en el mencionado artículo, será preciso evaluar la conveniencia de habilitar una zona para que los capataces puedan prever relevos, teniendo en cuenta el importante incremente de la longitud del itinerario oficial propuesto y de tiempo que ello implica.
Recabada la opinión de algunos capataces de la ciudad, todos coinciden en la necesidad de implementar un espacio destinado a tal fin. Así Carlos Lara, capataz del paso de misterio de la Sagrada Cena, afirma en este sentido que “efectivamente es necesario fijar un punto de relevo para las cuadrillas”, y profundiza en el asunto indicando que “el problema es la circulación de los costaleros hacia el siguiente punto”, lo que implica que no sólo será preciso establecer un punto de relevo sino crear los accesos para que los costaleros que se incorporan y los que salen puedan salir del recinto cerrado en que se convierte la Carrera Oficial. Lara añade un elemento más para la reflexión al apuntar que “particularmente encuentro también otro punto en contra del itinerario que se ha presentado y es la brutal inclinación de terreno desde que se entra por la Puerta del Puente hasta prácticamente el final de la calle Torrijos, con la evidente consecuencia negativa para el costalero y para la estética. Basta imaginar cómo se verán los palios por ahí”.
Similar opinión es la manifestada por Ángel Carrero, capataz del paso del Cristo de la Expiración, quien expone que "un punto de relevo es necesario dentro de la carrera oficial, no por longitud sino por la dureza del tramo que lleva desde la Puerta del Puente hasta la Puerta del Perdón". En este sentido, Carrero se muestra inflexible al afirmar que "no debemos caer en el error de apelar a situaciones de años pasados en los que las cuadrillas de costaleros hacían sus relevos de mármol a mármol. Si las cuadrillas están evolucionando debemos continuar en esa línea tratando de minimizar el impacto que supone una salida en el cuerpo del costalero". Recuerda que "cuando un costalero termina su relevo debe descansar, hidratarse e irse al siguiente punto de relevo por el camino más corto y sin formar parte del cortejo durante su período de descanso. Por ello, la solución que reúne más puntos a favor que en contra, sería habilitar una zona de relevo en el Interior de la SIC porque disponemos de puertas laterales de acceso y salida controlada así como espacio suficiente para hacer los relevos de una forma discreta".
Rafael Giraldo, capataz del paso de palio de Nuestra Señora de la Estrella, reflexiona sobre el asunto recordando que “evidentemente nos estamos moviendo en un tema sobre el que quedan muchos detalles por matizar” y añade que “si la distancia es la mencionada y alguna cofradía necesitara una hora de tiempo de paso, cosa que desconozco, sería conveniente hacer un relevo en algún punto del trayecto”. Respecto al lugar más adecuado, Giraldo se moja al indicar que “probablemente el lugar más adecuado sería en las cercanías o en el mismo Patio de los Naranjos, aunque realmente podría establecerse cualquiera dónde se pudiera hacer de una manera rápida y sin interferir en el discurrir de la Cofradía”.
También Manuel Orozco, capataz del paso de Jesús Caído evidencia la necesidad de establecer un punto de relevo dentro de la Carrera Oficial y precisa que "el relevo ideal sería dentro de la Catedral, permitiendo así a ambas cuadrillas entrar y realizar Estación de Penitencia ante la Cruz Guiona o Monumento, ya que el Jueves Santo no está expuesto el Santísimo" al tiempo que coincide con Carrero y Lara en la influencia del "mal estado de las calles por las que se deberá transitar, con adoquinado en mal estado, baches y caídas importantes como la existente donde está previsto el palco principal con una inclinación que castiga en exceso el costero izquierdo". Orozco añade la pérdida de Deanes y Conde y Luque como un elementos más que sin ser específico de la Carrera Oficial está directamente relacionados con su trazado. En este sentido declara que "eliminar estas calles que, pese a su dificultad son bajada o subida natural para buena parte de las cofradías ya que acorta bastante itinerarios, son calles que motivan a las cuadrillas". Recuerda finalmente que "las cuadrillas de los últimos días de la Semana Santa, en una ciudad donde la mayoría de los costaleros hacen al menos dos estaciones de penitencia con diferentes cofradías ya vendrán con cierto deterioro físico", cuestión esta que también debería ser tenida en cuenta a a hora de valorar cualquier alternativa.
Cuestionado por las dificultades del proyecto, Pachi Giraldo, capataz del Nazareno de San Sebastián de los Ballesteros y auxiliar en el palio de la Reina de los Mártires y el paso del Cristo del Amor, con una amplia y reconocida trayectoria en el mundo del martillo y del costal, se muestra rotundo en sus apreciaciones al manifestar que “el relevo será necesario y veo dificultades para que los costaleros puedan acceder al punto que se establezca, pero con relevos o sin relevos, viendo el recorrido, lo que si es cierto que ahora se can a ver a los buenos y malos costaleros, a las buenas y a las malas cuadrillas y a los buenos y los malos capataces”.
Sea cual sea la medida adoptada, lo cierto es que la problemática está encima de la mesa y deberá ser analizada por los sujetos decisores, añadiendo de este modo un elemento accesorio pero esencial que requiere solución y que tendrá que ser tenido muy en cuenta a lo hora de aprobar, valorar y en su caso modificar el proyecto.