Antonio Rendón. El arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo Pelegrina, hizo entrega a la Hermandad de la Soledad de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río, unas de las reliquias de San Juan Pablo II. Es una de las tres reliquias del Santo Padre fallecido el 2 de abril del 2005 a las 21´37 hora, ( La noche previa al domingo de la Divina Misericordía), que se encuentran en la Diócesis de Sevilla.
El emotivo acto tuvo lugar en la Real Ermita de San Gregorio de Osset sede donde tiene sus cultos y rezos la Hermandad de Soledad. La Eucaristía fue presidida por Monseñor Asenjo y concelebrada por el Rvdo. Fernando Reyes Rico, director espiritual de dicha Hermandad.
La Solemne ceremonia ha puesto punto y final a los cultos celebrados con motivos de Solemne Quinario al Señor Yacente de la Misericordía y Dolores Gloriosos de Nuestra Señora.
Una vez concluida la Santa Misa Juan José Asenjo hizo entrega al hermano mayor Antonio Pérez Velázquez, de la reliquia “autentica de primer grado”, solicitada expresamente a instancias de la Corporación por el arzobispo de la Diocesis de Sevilla, al actual Cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario personal de San Juan Pablo II, quedando refrendado dicho evento mediante acta suscrita por Monseñorm Asenjo, así como con su rúbrica en el libro de honor de esta Hermandad de la Soledad Ilipense.
La reliquia en palabras del prelado, consiste en una pieza de tela manchada con la sangre del Sumo Pontifice que le fue extraida por personal médico durante sus últimos dias de vida y tiene la finalidad de promover el culto y la devoción al nuevo Santo.
La reliquia, ha sido engarzada en un relicario de plata donado por los hermanos de la hermandad y realizado “ex profeso” para albergarla, siendo éste bendecido por el Sr. Arzobispo durante la ceremonia. Será al termino de la santa misa de hermandad, del último viernes de mes y ante sus amantísimos titulares, cuando quede definitivamente expuesta para la verenación de todos los fieles.
El hermano mayor, agradeció a Monseñor Asenjo, su intercesión para la concesión de tan alta prerrogativa por parte de la Santa Sede a dicha hermandad y aseguró que se le rendirá el culto que merece tan insigne entrega, manifestando que la reliquia animará a todos los hermanos a cumplir con el compromiso de sentirse iglesia y participar en la nueva evangelización.
La Hermandad de la Soledad Ilipense quiere también agradecer a el hermano Ignacio Montaño Jimenez, su mediación ante el Sr. Arzobispo de Sevilla para la concesión de tan preciada dávida, expresándole desde aquí la más profunda y sincera gratitud a tan estimado hermano.
Sirva el culto a la reliquia del Santo Padre Juan Pablo II, de sustento y guia de nuestra fe, convirtiéndose la preciosa sangre del Santo Pontifice, en referente del sentir cristiano y de vida en Hermandad.