Es por todos conocida la existencia de diversas cuentas de humor cofrade en redes sociales. Dichas cuentas hacen críticas o mofa de todo lo que tenga que ver con nuestro mundo, desde los nazarenos hasta las hermandades, pasando por costaleros/porteadores/braceros o formaciones musicales, incluso llegando a la crítica de hermanos mayores.
De la mofa, el humor sano, o incluso la crítica, a la vejación hay solamente un paso, y eso ha pasado no hace mucho cuando una conocida cuenta de la red social Twitter hacía otra vez burla sobre una conocida penitencial sevillana, y digo otra vez, porque parece que esa hermandad es el objetivo de todas o casi todas las mofas en cuanto a hermandades se refiere.
Mediante tiras "cómicas" se puede hacer crítica satírica, una especie de "El Jueves" que, al igual que esta publicación, llega a la difamación y al insulto, ya que, a mi entender, solo hay un paso entre estos dos puntos de vista. Puede hacer gracia o no tener ninguna, pero yo pregunto ¿dónde está el límite entre el humor y la burla?
Quizás, tendría que haber mayor control para no dar bombo a estas cuentas que alguna vez que otra nos ha tocado de cerca, no hacer caso de ellas y simplemente, ser más hermanos de nuestros hermanos, aunque no compartamos la misma túnica o el mismo escudo.
El humor está bien, un poco de chistes también, pero con la cabeza suficiente para no llegar a la ofensa de las personas que forman ese colectivo y que sacrifican horas y horas de sus días, quitándoselas a los suyos, para que ese colectivo llegue a ser un referente. Un poco más de cabeza, y menos dedos en teclados que, animados por otros, se envalentonen contra otros.
Recuerden, una vez puede ser otra hermandad, pero otro día puede ser la suya.
Adrián Martín