Carlos Gómez. Vocalizar el apellido Reguera es nombrar a una de las sagas esenciales del mundo de martillo de las últimas décadas, protagonistas de un estilo definido, único y personal de entender el oficio de costalero y responsables de transmitir a varias generaciones de sevillanos sus valores y su indiscutible sabiduría. Francisco Reguera Aguilar y Francisco Reguera Corriente, padre e hijo abordarán en la ciudad de Almería el próximo sábado, en una mesa redonda titulada 'Los Reguera. 40 años al martillo’, toda una vida desarrollando su maestría al mando de una cuadrilla costalera.
Los Reguera son los responsables de comandar los pasos sevillanos de Nuestro Padre Jesús de la Redención en el Beso de Judas; el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono del Cerro del Águila; Nuestra Madre y Señora del Patrocinio, de la Hermandad trianera del Cachorro; y el paso de gloria de Nuestra Señora de Las Nieves, de Santa María la Blanca.
Al igual que sucediera en la edición anterior, es intención de la Hermandad que este acto sirva como punto de encuentro de todos los capataces y costaleros de Almería, además de cofrades en general, a los que se les invita para que compartan una jornada con especial sabor a Semana Santa. La corporación almeriense tiene la intención de fomentar la participación de todos los costaleros y cofrades de Almería en la mesa redonda, a través de los perfiles en redes sociales de la Hermandad, para lo cual se han creado los hashtags #martillosCena y #RegueraAL para Twitter y Facebook.
A través de ellos se elegirá una pregunta para hacerle a los ponentes. Además, se ha creado un pequeño concurso de fotografías históricas de la Semana Santa, que se recopilarán para ambientar un evento que se pretende que vaya en consonancia con los nuevos tiempos en cuanto a lo que en comunicación online se refiere. Los ganadores de los dos concursos recibirán algunos de los presentes que se entregarán tras la mesa redonda.
Una interesante jornada que ha de servir para que el aroma inconfundible de la inminente Cuaresma comience a respirarse con fuerza inusitada por las calles de Almería.
