Queridos Reyes Magos:
Como cada año, mi carta llega con el tiempo justo y soy consciente que les pillo ya con más de tres cuartos del camino recorrido. Sin embargo estoy segura que, como siempre, serán benevolentes con esta ilusionada mujer.
Como saben escribo esta misiva desde este espacio porque sé que llevan muchos aparatos de nuevas tecnologías y llegará antes. Unos aparatos que bien utilizados podrían ahorrarnos muchos quebraderos de cabeza en lo que a horarios se refiere.
Este año pido una buena dosis de esfuerzo por parte de todos los que integramos los cuerpos de nazarenos para seguir las indicaciones de los Diputados Mayores de Gobierno y los Diputados de Tramo, para quienes pido formación, las ideas claras y algo de cabeza.
Pido un cuerpo de nazarenos en condiciones, con hábitos en condiciones y sin abalarios en las muñecas, así como caras limpias en las mujeres. Pido compostura, toda aquella que se le pide a los más pequeños (sin saber que ellos aprender corriendo, jugando) y pasamos por alto a los mayores.
Pido, queridos Reyes Magos, algo de paciencia con aquéllos que no saben a lo que se enfrentan y con ésos que aún sabiéndolo se salen del camino. Pido humildad para saber pedir perdón y para hacer autocrítica cuando todo acabe, o si en su defecto los que deben hacerla no la hacen, pido que escuchen a los que sí la hacen y no lo vean como un ataque gratuito. Pido paz. Paz para podernos postrar ante el Santísimo con un corazón limpio, sin rencor alguno y recibir al Señor tal y como Él se merece. También pido Esperanza. Esperanza por un nuevo cambio a mejor. Esperanza por todo lo bueno que nos espera en este nuevo año.
Sus Majestades, si no pueden traernos todo, al menos déjennos salud para disfrutar de una nueva y buena Semana Santa, a poder ser con buen tiempo. Ahhh!, y dejen carbón para los incensarios y para aquellas personas que tienen el corazón tan llenos de prepotencia, orgullo y soberbia y que no ven el mal que están haciendo.
Buen viaje y aquí os dejo sus viandas. En el patio de mi casa dejo la comida y la bebida para sus camellos. Durmiendo, con los nervios de punta, como la vísperas del Domingo de Ramos, estaremos toda mi familia.
Raquel Medina
