La imagen de la Virgen de los Desamparados es obra del imaginero sevillano Antonio Eslava Rubio fue adquirida el día 17 de marzo de 1.973 y fue bendecida por el entonces obispo de córdoba don José María Cirarda Lachiondo. La Coronación Diocesana tuvo lugar el 9 de marzo de 1.980 en la iglesia parroquial de San Pedro, por el obispo don José Antonio Infantes Florido. En este acto, se le impuso a la Señora una corona de plata cincelada y sobredorada, sufragada por la feligresía y por diversos hermanos, obra del orfebre sevillano Manuel de los Ríos. Los daños que le ocasionó el fuego en 1.979 hicieron que fuera restaurada por Juan Ventura en febrero del año 1.980 quien, además de restaurarla, procedió a la fijación total de la encarnadura. Es una imagen de candelero, que lleva talladas la cara y las manos en madera de pino de Flandes. Morfológica e iconográficamente, responde al gusto neobarroco. Su rostro maduro, de pálidas carnaciones, se anima con los consabidos postizos: ojos y lágrimas de cristal y pestañas de pelo natural. María eleva la mirada al cielo, y en la expresión del rostro, de facciones redondeadas, grandes ojos enmarcados por arqueadas cejas y entrecejo fruncido y boca entreabierta con labios temblorosos, concentra toda la grave carga del dolor. Las manos, artísticamente movidas, refuerzan el sentimiento de pesar que quiere transmitir la imagen.
Recordatorio María Stma. de la Concepción