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jueves, 17 de octubre de 2013

El escultor onubense Juan Manuel Parra impacta al mundo cofrade por el realismo de sus imágenes

Es de una tierra que ha dado tan buenos artistas como Rociana del Condado. Sólo tiene 25 años, pero su forma de entender la escultura ha conseguido atraer la mirada de muchos cofrades, que suelen mostrarse impresionados por el estilo que Juan Manuel Parra imprime a sus obras.

Tiene tan sólo 25 años, pero ya ha conseguido impactar a gran parte del mundo cofrade con la forma de interpretar la imaginería. El realismo de sus imágenes, que parecen que cobrarán vida de un momento a otro, ha dejado impresionados a propios y extraños. Tanto que el nombre de José Manuel Parra suena cada vez más en toda Andalucía.

Premio Huelva Joven en la modalidad de Arte en el año 2008, Parra mostró curiosidad por la escultura desde pequeño. Aprendiz durante más de tres años de la imaginera sevillana Lourdes Hernández Peña, actualmente compagina la realización de diversas obras con los estudios de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, que se unen a su formación académica anterior en la Escuela de Artes, Grado Medio de Vaciado y Moldeado Artístico y Grado Superior de Escultura.

Juan Manuel Parra asegura que su forma de trabajar “es la misma que la de mis compañeros de profesión, es decir, como se ha hecho desde antaño. Las técnicas son las mismas, las esculturas son realizadas en  barro o madera y policromadas al óleo”, aunque “intento dar naturalidad desde el modelado según mi manera de ver las cosas. Este es el caso de la Virgen y San Juan,  realizados para la exposición ‘Duelo y Tristeza’ en la cafetería Puerta Oscura, de Málaga. Este estilo es con el que me siento más identificado, pero también me apasiona todo lo clásico”.



Hasta ahora, este onubense ha realizado diversos trabajos de imaginería, como numerosas réplicas de imágenes religiosas, sobre todo de iconos tan conocidos como la Virgen del Rocío y la Esperanza Macarena, entre otros.

Pero, como buen rocianero, “en mi corta trayectoria destacaría la imagen del Santísimo Cristo del Amor de Rociana, ya que fue mi primera imagen a tamaño natural que procesiona en Semana Santa”. Del mismo modo, “también destacaría una de mis últimas obras, el conjunto del duelo de la Virgen”.



Un trabajo que ha dado lugar a otras creaciones, ya que en estos momentos se encuentra realizando dos ángeles para la  Cruz de la calle El Pozo de Bonares, “que abarcan la mayoría de las técnicas de la imaginería (modelado, talla, lijado, dorado, estofado y policromado)”. Además, para el municipio cordobés de Peñarroya-Pueblonuevo le han encargado la imagen de la Virgen del Carmen a tamaño natural, sin olvidar una burrita para el paso del Santísimo Cristo del Amor de Rociana del Condado.

Sus fuentes de inspiración son todo lo clásico, tanto en esculturas como en pinturas, porque asegura que “siempre voy captando cosas que suceden a mi alrededor, incluso lo más insignificante. Me considero una persona muy observadora y dejo fluir mi imaginación, como creo que todo artista debe de hacer. Me dejo llevar por mí mismo”.



En este sentido, “bebo mucho de la escuela italiana, pero creo que cada imagen debe de ser distinta. Dependiendo de su destino debe ser de una manera o de otra, siempre con un estilo personal”, nos comenta.

Con todo, Parra tiene preferencia por el ser humano. Se considera un obsesionado de la anatomía, que le apasiona. En cualquier caso, es consciente de que sus creaciones no han dejado indiferente, puesto que apuesta por hacer trabajos impactantes, “he tratado de  que al ver la imagen sintamos algo, incluso que nos  haga participe del duelo”.

Estas características, según el autor, pueden apreciarse especialmente en las  imágenes de las Dolorosas, ya que suele representarlas en su madurez, en lugar de hacerlo con rostros más aniñados.

Con todo, reconoce que su obra puede que no guste a todo el mundo, pero sea como sea, pide respeto y que la valoren como escultura. 



En cualquier caso, este joven rocianero está cargado de ilusión y de proyectos, tanto para hermandades como en la organización de varias exposiciones. No en vano, “mi sueño es poder dedicarme toda mi vida a esta profesión tan bonita como es la escultura e imaginería”.

Y en ese reto tiene como referentes a otros paisanos de la localidad, como él mismo recuerda, “el poeta Odón Betanzos Palacios, Elías Rodríguez Picón, Regina Álvarez…, y otros muchos que, aunque no se dediquen  o se hayan dedicado profesionalmente a ello, demuestran su talento igualmente, como es el caso de Feliciano Bando, Manolo Rodríguez -padre de Elías Rodríguez Picón-, Antonio Paniagua…“.

Por el momento, Juan Manuel Parra nos invita a que conozcamos su trabajo. Juzguen ustedes mismos. 















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