La iglesia de Santa María de la Mesa fue el lugar elegido por el Consejo de Hermandades y Cofradías de Utrera para llevar a cabo la apertura del curso cofrade, que estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo. A lo largo de la homilía celebrada, Asenjo recordó a las corporaciones utreranas que los temas centrales que deben regir sus actuaciones son «la verdad y la unidad».
Asenjo recordó que, a veces, las hermandades cultivan preferentemente los aspectos sociales, culturales o estéticos, frente a la vida espiritual. Por ello, hizo un llamamiento a incrementar este último aspecto. «Si esto se puede exigir de un buen cristiano, mucho más de un cofrade, porque forma parte de una asociación que tiene como base rendir culto a sus titulares», afirmó.
También hizo hincapié en la importancia de ayudar a los más necesitados. Juan José Asenjo reclamó a las hermandades que no bajen la guardia en lo que se refiere a caridad. «Servir a todo esto es servir a la verdad. El resto, aunque sea importante, es menos genuino de lo que debe ser una hermandad», afirmó el arzobispo.
Los presentes en el acto también pudieron escuchar las palabras pronunciadas por el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Utrera, Manuel Peña Domínguez, quien aseguró que en los próximos meses se encuentran dos retos muy importantes en el horizonte religioso. En pirmer lugar habló de las misiones populares que deben hacer que los cofrades «salgan a la calle con espíritu misionero»; y, por otro lado, el Año Jubilar que «va a convertir al santuario de Consolación en punto de encuentro y peregrinación».
Tras la celebración religiosa, se procedió a la entrega del escudo del Consejo a los nuevos hermanos mayores de las cofradías utreranas: Juan Espinosa, en la Vera-Cruz; Francisco Ruiz, de la Trinidad; Javier Ruiz, de la Quinta Angustia; y Antonia Ordóñez, en el Rocío. Asimismo, se proclamó oficialmente el pregonero de Semana Santa, Juan Gutiérrez; el de las Glorias, Julio Mayo; y el exaltador eucarístico, José Manuel Martínez.
Asimismo, la actual junta superior del Consejo de Hermandades dedicó un reconocimiento a la labor desarrollada por los anteriores miembros, que recibieron un obsequio conmemorativo.
El acto cofrade finalizó, como es costumbre, con la foto de familia donde estuvieron presentes los hermanos mayores de las distintas corporaciones religiosas de la localidad.