No hay dudas. El año 2014 es el de la Esperanza. Un año en el que esperamos alcanzar el júbilo, quitarnos de encima el acíbar de esta maldita crisis que está obligando a las hermandades a multiplicar su asistencia social. Esperanza también para que nos permita vivir, de una vez por todas, una Semana Santa completa, alejada de la lluvia y la polémica que tanto salpicó en 2013. Pero, sobre todo, el año de la Macarena.
Mayo de 2014 es la fecha que todo el orbe cofradiero tiene apuntado en su mente. Cuando la Esperanza salga de su basílica y parta en su paso de palio hasta la Catedral, sin armaos, ni nazarenos... Allí permanecerá siete días, del 25 al 30, en los que celebrará un besamanos extraordinario y un triduo conmemorativo por el cincuentenario de la coronación canónica de la Virgen. Pero, sin lugar a dudas, el día en el que todo se desbordará, será el 31. La Macarena marchará hacia la Plaza de España para celebrar esta efeméride con un pontifical y posterior procesión extraordinaria. Aún no se conoce el recorrido, ya que la hermandad plantea dos alternativas: o discurrir por la Ronda Histórica y evitar así las estrecheces del Centro, o hacerlo por el Casco Antiguo.
Además de la Esperanza, será también el año de la Paz. Y es que la Virgen del Porvenir presidirá una misa estacional muy cerca de donde lo hará la Macarena en mayo. Será el 13 de septiembre en la Plaza de América del Parque de María Luisa, donde acudirá la Virgen en su paso de palio para celebrar el 75 aniversario de la fundación de la hermandad. Antes, el Domingo de Ramos, la cofradía dará una vuelta por el interior de la Plaza de España, algo que no hacía desde la década de los sesenta.
San Roque decidirá su sede
Otra de las imágenes que nos dejará este año 2014 será la de San Roque saliendo desde un templo que no es el suyo, después de que el pasado mes de diciembre tuviera que cerrarse al culto de forma urgente por el grave riesgo que corrían las cubiertas. Mientras la hermandad decide a dónde marchar en este exilio obligado, las imágenes permanecen en el oratorio de la casa hermandad. Se abre, ahora, el abanico de posibilidades para acoger a San Roque: ¿Será San Ildefonso? ¿Los Gitanos? ¿Santiago? La respuesta la conoceremos después de las Navidades.
Será también un año en el que el Consejo de Cofradías deberá poner solución a los frentes abiertos que tiene. El Martes Santo y la Madrugada están cogidos con alfileres. Las hermandades y los delegados de día están trabajando ya en resolver estos problemas. En el Martes, es posible que se plantee una reorganización del día. En la Madrugada, lo que se plantea es que todas las hermandades pongan de su parte para desbloquear esa pescadilla que se muerde la cola en la que se convierte el Centro de Sevilla durante unas horas. La solución más conservadora y frágil está en cumplir escrupulosamente con los horarios. La más radical, en el cambio de itinerario de algunas cofradías como el Gran Poder, la Macarena o los Gitanos.
Habrá que tener Fe y Esperanza. Esa que hace ahora cincuenta años dio lugar a aquella saeta de "te fuiste por cuatro días y tardaste siete en volver, Madre mía Macarena no nos lo vuelvas a hacer". Que la lluvia perdone al 2014. Feliz Año de la Esperanza.