Celebramos en muy corto espacio de tiempo el día de la Sagrada Familia y el día de Santa María, Madre de Dios. “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí”
Queridos amigos, mejor hermanos, porque Cristo ha nacido en Belén del seno virginal de la hija de Sion, qué alegría en este nacimiento, siendo Dios se hace hombre por nuestra salvación, porque nos quiere, sólo por eso nos quiere, así debemos estar nosotros alegres Cristo ha nacido para el mundo.
La iglesia mira a la sagrada familia de Nazaret, modelo a las familias cristianas y a las del mundo, es el papa Benedicto XVI en su última visita a España, tierra de maría santísima, nos recordaba el valor de la familia como pilar de nuestra sociedad, corrompida por los pecados de la sociedad, nos decía: “Hoy, he tenido el enorme gozo de dedicar este templo a quien siendo Hijo del Altísimo, se anonadó haciéndose hombre y, al amparo de José y María, en el silencio del hogar de Nazaret, nos ha enseñado sin palabras, la dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la humanidad, en la que la vida encuentra acogida, desde su concepción a su declive natural. Nos ha enseñado también que toda la Iglesia, escuchando y cumpliendo su Palabra, se convierte en su Familia. Y más aún nos ha encomendado ser semilla de fraternidad que sembrada en todos los corazones aliente la esperanza”.
Qué gran lección nos enseña el vicario de Cristo, miremos hoy a la Virgen del Rocío, llena de gracia, nuestra madre acompañada de san José nos enseña el valor del matrimonio, como vida cristiana, primer seminario, escuela de santidad y vida cristiana, al visitar estos días de Navidad a la Virgen en su ermita, pidámosle que nos enseñe a descubrir la vida, Una alabanza a Dios que, como en el nacimiento de Cristo, tuviera como protagonistas a las personas más humildes y sencillas. Cantemos el nacimiento con este villancico que se canta en esa bella ermita corazón del amor rociero:
Al despertar la mañana
San José se fue al Rocío
y cuando llegó a la Ermita
vio que el Niño había nacido.
La Virgen vio que en la Ermita
el Niño no tenía cuna,
con estrellas y romeros
San José le hizo una.
Era providencial la puerta para entrar a la navidad, es la madre de Jesús, que nos guía a conocer, a amar y adorar al hijo de Dios hecho hombre, miremos el pesebre de Belén para entender la humildad y misericordia de Dios que siendo rico, se hizo pobre por nosotros.
Desde aquí desearos una Feliz y Santa Navidad y un venturoso año nuevo en el que se derrame el Rocío del cielo.
Juan Carlos López Martín
Párroco de Méntrida y arcipreste de Escalona