Llegó la última fiesta de estas difíciles Navidades. Y la verdad no espero mucho para mí, sólo pido que todo lo que hemos hecho durante estas fechas, seamos capaces de llevarlo todo el año. Las campañas solidarias, la tolerancia con los más necesitados, la sonrisa con el más triste o ese pañuelo enjugando esas lágrimas que caían por esa carita.
Mañana habrá que mirar con la inocencia e ilusión con la que un niño mirará el paso de su Rey Mago. Y esa estrella que mostró el camino a los Reyes Magos para encontrar al Divino Redentor, nos lo haga también a nosotros. Creo que deberíamos de mirarnos menos el ombligo y mirar más hacia arriba. Debemos de ver cómo estamos y cómo están a nuestro alrededor.
Así, cuando sus Majestades nos llenen de aquellos buenos sueños, gozos o bienes que pedimos con la ilusión de esa buena nueva, sólo tendremos que esperar a la mañana siguiente si verdaderamente fuimos buenos o únicamente nos quedamos en el intento de serlo. Así tendremos otro año para poder enmendar lo que hicimos mal. Seguramente podremos cambiar y realizar el bien sin mirar a quién. Sin esperar nada a cambio.
Y cuando le veamos la espalda al Rey Baltasar, el mundo del costal, empezará de nuevo a moverse. Comenzarán las reuniones de capataces con sus equipos de auxiliares para ver fechas de igualá y ensayos. Y este año veremos las últimas novedades en el mundo tecnológico para escuchar las marchas procesionales o los más tradicionales seguirán con su cassette. El costalero vestirá sus nuevos costales, algunos discretos y otros no. Algunos seguirán remangándose los pantalones, otros no y los nuevos se decantarán por un lado u otro.
Iremos a ver ensayos de bandas, de costaleros, nos pasearemos más por las tabernas cofrades y empezaremos a criticar si fulano ha dicho o mengano dijo pero no fue exactamente así. Yo prefiero agrupación y yo cornetas y tambores. Y este me parece mejor capataz que este otro. La cuestión es que los buenos propósitos de estas fechas se olvidarán y volveremos a las andadas.
Es por lo que decía que las buenas intenciones tienen que ser durante todo el año, no ahora por las fiestas. Quizás así podremos mejorar como personas y seguro que todo a nuestro alrededor irá mejor. Así nuestra ruleta comenzará a moverse y siempre de manera positiva, mejor, que no en una actitud negativa, como decía aquél entrenador de fútbol holandés.
Entonces con la sorpresa de qué es lo que nos dejarán, seguiremos con ganas de que con aquella persona que lo hicimos mal pueda entender cuál fue el verdadero motivo por duro y difícil que sea, para que sepa que hubo algún motivo que no supimos ver o no supimos decir. Lo más importante, saber perdonar porque no tiene sentido estar a malas y más aún cuando hubo tantos acontecimientos vividos
Y ahora, es cuando los días pasarán más rápido hacia atrás en esa espera de que llegue el Domingo de Ramos. Elecciones a Hermano Mayor, cultos, besamanos, besapiés, conciertos, ensayos, igualás… Nos quedan tres meses y poquito muy movidos.
Bueno me despido de ustedes hoy 4 de enero en el año del Señor. Cuando faltan menos de 100 días para el próximo Domingo de Ramos.
Bueno me despido de ustedes hoy 4 de enero en el año del Señor. Cuando faltan menos de 100 días para el próximo Domingo de Ramos.
Pachi
Recordatorio En mi Huerto de los olivos