Directivos de las cofradías critican la actitud de la Iglesia en este caso por «intolerante» y por suponer «una canallada».
La reunión celebrada el viernes entre responsables del Obispado y el hermano mayor de una cofradía que se encuentra en trámites de divorcio con su mujer para abordar este asunto, como ayer desveló Diario Sur, ha encendido la polémica. Hermanos mayores y directivos de varias cofradías consultados por este periódico, que prefirieron permanecer en el anonimato, no ocultaron su malestar por este modo de actuar de la Iglesia. Por su parte, el presidente de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa, Eduardo Pastor, coincide con el afectado en cuestión, máximo dirigente de la Hermandad de la Humillación y la Estrella, en que no cabe otra opción que acatar lo que determine la autoridad eclesiástica, que posiblemente le invitará a dejar el cargo una vez que se firme el divorcio.
Uno de los hermanos mayores consultados, sin querer desvelar su nombre, calificó de «intolerante» la actitud del Obispado. «Si hubiera una situación escandalosa de por medio quizás la Iglesia tendría que intevenir, pero por una separación o un divorcio que está a la orden del día... En las cofradías hay separados, divorciados y casados de nuevo, homosexuales casados... ¿Van a tirar de la manta de todo eso?», se preguntó.
«Es una auténtica canallada. No es lo más lógico y no estoy de acuerdo en absoluto. Esta situación no es para dejar de ser hermano mayor y existen muchas otras dentro de la Iglesia y nadie dice nada. Una falta de delicadeza grave, pero como ellos son los que mandan y lo ven así, tendremos que aguantarnos», sentenció otro de los hermanos mayores cuestionados. «No es un tema para dejar de ser hermano mayor, ya que hay que tener en cuenta las circunstancias personales de cada caso», apuntó otro.
Una de las reacciones fue de sorpresa y malestar. «Creo que se ha rebasado la línea, y es muy peligroso porque no se sabe dónde está la medida. La vida privada de los demás es de cada uno y se puede llevar una vida ejemplar, pero también surgen otros problemas. Conozco a magníficos cristianos que son divorciados y separados, por eso me solidarizo con este compañero. Al fin y al cabo somos Iglesia, es cierto, y es la que decide, pero lo que demuestran es que viven de espaldas a la gente y se quedan solos», opinó otro hermano mayor.
El presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, Eduardo Pastor, declaró al respecto: «Es lo que ha ocurrido siempre, ocurre y ocurrirá, pero nosotros somos una parte de la Iglesia y nos debemos atener a las normas que ésta marca respecto a determinados asuntos». Pastor respaldó las declaraciones del hermano mayor de la Humillación a este periódico en el sentido de que, si desde el Obispado se le invita a dimitir, lo hará. «Debe de acatarlo. No cabe otra», reconoció el presidente, quien mostró su afecto personal hacia este hermano mayor. Esta previsto que Pastor presente esta cuaresma el cartel anunciador de esta cofradía.
«Los sacerdotes nos deben aconsejar cuando vean que hay algo que la doctrina de la Iglesia no contempla como una norma de conducta adecuada. Las compartamos o no, son las normas que tenemos actualmente», añadió. No obstante, reconoció que «es un asunto desagradable porque nos metemos en la vida personal de cada uno y eso genera discusiones que no favorecen a nadie, ni a los cofrades ni a la Iglesia»
.
Dar ejemplo
En el mismo sentido, el hermano mayor de Mena y vicepresidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Jesús González, argumentó que «si queremos estar dentro de la Iglesia, es lo que hay». «Hay que tener en cuenta la filosofía de la institución a la que pertenecemos. 'Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre'. Por tanto, el hermano mayor tiene que dar ejemplo en todo y, si por circunstancias no puede hacerlo, tendrá que dejar el cargo», dijo.
La diócesis se limitó ayer a publicar lo siguiente en la red social Twitter: «El Obispado sólo se ha interesado por la situación personal del hermano mayor de la Estrella».