El Viernes Santo lució por fín en Córdoba tras tres años de carencia y lo hizo en todo su esplendor, con una auténtica marejada de devotos inundando el entorno de la Catedral y cinco cofradías que tomaron posesión de las calles cordobesas haciéndolas suyas para dar testimonio de fe de la forma madura a la que nos tienen acostumbrados. Desde la sobriedad del Sepulcro y el sabor inconfundible de Expiración a la alegría incontenible de la Reina del Campo de la Verdad, el Viernes Santos nos dejó una completa amalgama de detalles para el recuerdo.
Recordatorio En el Candelero: La Soledad a pie de calle