El incendio de la cocina de un bar en la plaza Esteve
mientras sale la hermandad de San Francisco provoca numerosas avalanchas. Cruz
Roja atiende a 22 personas por ataques de ansiedad y contusiones, dos de ellas
graves.
La Madrugada del pasado Viernes Santo, conocida como la
Noche de Jesús, se convirtió en un auténtico caos en la salida de la hermandad
de las Cinco Llagas, en torno a las dos y media de la mañana, debido al
incendio de la cocina de un bar en plaza Esteve, frente a la iglesia de San
Francisco. Un total de 22 personas fueron atendidas por la Cruz Roja, dos de
ellas trasladadas al hospital, una menor con una contusión y una crisis de
ansiedad y una mujer adulta que presentaba una posible fractura en la rodilla.
El problema radicó en que las personas que se encontraban
tanto en la plaza Esteve como en alrededores, como plaza del Arenal (por donde
procesionaba el Santo Crucifijo de la Salud) o la calle Larga, al desconocer el
origen del estruendo formado por la deflagración en el incendio del bar,
salieron corriendo y se formó una verdadera estampida. Uno de los puntos más
peligrosos del enclave fueron los palcos elevados situados en Gallo Azul, ya
que numeroso público hacía uso de ellos para contemplar la salida de la
hermandad de San Francisco.
Varias fueron las teorías manejadas por los que corrían.
Debido al ruido y los gritos muchos apuntaban al derrumbe de un palco o el
frenazo de un coche. Según apunta el Consorcio de Bomberos, el servicio comenzó
a las 02:39 horas debido a la deflagración tras un escape de gas. El fuego se
localizó en la freidora y afectó a la campana extractora de la cocina,
provocando una gran cantidad de humo. Las labores de ventilación terminaron a
las 03:06 de la noche. Según fuentes municipales, fue el CECOP (Centro de
Coordinación Operativa) quien organizó todo el despliegue de cuerpos de
seguridad. Una vez pasado el susto, sorprendía ver a algunos jóvenes que
encontraban gracioso el comenzar nuevas estampidas en la calle Santa María, extendiendo el
pánico hacia los viandantes de la calle Honda.
“Lo primero que se me pasó por la cabeza fue la catástrofe
de la Madrugada de Sevilla en el año 2000”, comentaban muchos cofrades en
relación a las avalanchas en la capital andaluza, que dejaron 100 heridos y
cuyas causas aún están por determinar. Entre los asistentes, una señora entró
en pánico tras el estruendo y se agarraba agachada al carro donde descansaba su
hijo, de pocos años. “Creía que era el último día de mi vida; lo único que podía
pensar era en salvar al niño”, comentaba una vez finalizado el susto.
Como dato curioso, cabe destacar que el primer foco del
incendio fue sofocado gracias a un extintor que la hermandad de las Cinco
Llagas llevaba tras el palio. Pedro Pérez, presidente de la Unión de
Hermandades, que casualmente estaba en la cafetería donde ocurrieron los
hechos, catalogaba de “ejemplar” la actuación de la cofradía. “Creo que el buen
talante de los nazarenos hizo que el incidente no se saliera de madre”,
explicaba a este medio, a pesar de que testigos presenciales apuntaban a que
algunos hermanos incluso salieron corriendo con el gentío. El paso de misterio
se encontraba a la altura del Gallo Azul, mientras que el paso de palio estaba
saliendo por la puerta de San Francisco en el momento del incidente.