Tiene las alas abatidas el querubín. Vencido y desarmado se deja llevar por lo que va viendo en el mundo de los mortales. Y es testigo de conversaciones entre antiguos enemigos íntimos que se reconcilian en un frente común, muralla adentro del Marrubial ¿Se hará pública su reconciliación?
Observa el Ángel como los acontecimientos magnos se toman su tiempo y sonríe pensando en noes que sabe, no llegarán en cantidad industrial, pues es consciente de que hay legión esperando lucir galas y oropeles ¿Desempolvarán sus mejores ternos?
Una hermandad, allende el Guadalquivir, ha visto como sus responsables diocesanos han tomado cartas en sus asuntos irregulares y llevan en esta mano el As de Oros para ganar, el de Espadas para que rueden cabezas, el de Bastos por si hay que aplacar y el de Copas para brindar... Y se pregunta el querubín ¿Lo harán a este lado del río alguna vez, consiliarios y delegados?
Joaquín de Sierra i Fabra
Fuente Fotográfica
Recordatorio El suspiro del Ángel: Cuestión de ideología