Blas Jesús Muñoz. La inmediatez de la alarma desatada en las redes sociales ha provocado que se paralicen y trasladen las obras que se iban a ejecutar en el entorno de la plaza y templo pontaneses del Dulce Nombre, las cuales hubieran entorpecido de forma ostensible el acceso a la iglesia por parte de de las cofradías que realizan su estación de penitencia en la noche del Viernes Santo partiendo del Dulce Nombre.
Las obras, que en un primer momento se habían proyectado en otros dos enclaves (La Huerta y Teatro Circo), se han paralizado y cambiado de ubicación debido a la presión social de vecinos y cofrades que consiguieron que el propio alcalde de la localidad, Esteban Morales (PSOE), se personara en los aledaños del templo, que este año cumple 425 años y ordenara la paralización de las obras.
Con el traslado de las mismas (están encaminadas a habilitar contenedores subterráneos), no se ha evitado la habitual bronca política. De tal manera que, el edil del PP, Antonio Pineda ha venido a señalar que "pensábamos que existía un estudio pormenorizado sobre las ubicaciones donde se iban a situar esas baterías, y también parece lógico pensar que antes de que se decida algún cambio al respecto también tiene existir un informe".
Por su parte, el alcalde ha afirmado entender "que hemos dado una solución y, más allá de las molestias causadas, no ha pasado nada importante".