Blas Jesús Muñoz. La dimisión del Delegado de la Madrugá, Francisco Vázquez, parecía haber hecho temblar los cimientos de una posible -a improbable- solución para la Madrugá hispalense. Conocida la negativa emitida por la junta de gobierno de la Hermandad de los Gitanos a la solución trienal que, el ya exdelegado, había puesto sobre la mesa.
Así las cosas, el mismo Presidente del Consejo, Carlos Bourrelier ha sido el encargado de tomar las riendas del asunto y, a modo metafórico, dar un golpe sobre la mesa e intentar llegar a una solución definitiva sobre la cuestión.
El Presidente tiene una ardua labor por delante y, por si fuera poco, tampoco cuenta con un margen de tiempo aceptable. Si bien, su intención radica en exponer a las hermandades su plan. Un denominado "Plan B" que consiga salvar las diferencias.
En el mismo se partiría del concepto solidaridad, ya que todas las corporaciones deberían realizar sacrificios. Por su parte, cuenta con la ventaja de que Silencio, Gran Poder, Macarena, Calvario y Esperanza de Triana ya aprobaron en su momento la propuesta rotatoria que expuso Vázquez Perea. Mientras que todo parece apuntar a que los Gitanos aceptarían una ampliación de su recorrido por la zona de Daoiz, San Miguel y Amor de Dios, aunque el escollo parece estribar en los 30 minutos de retraso que implicaría la entrada en Campana.
Una situación que a tomado un giro radical y que se resolverá, en un sentido u otro, en poco más de 40 días.
Recordatorio Restaurado el Ángel Anunciador del Resucitado