Es motivo de orgullo poder escribir
un artículo sobre esta mítica formación de cornetas y tambores, hacia la cual
tengo una especial admiración, ya que recuerdo cómo marchas como Sueña Sevilla
o Al Hijo de Dios me marcaron desde que comenzaba a mostrar interés por la
música cofrade.
Los orígenes de la Banda del Cautivo
de Sanlúcar se remontan hacia 1999, cuando se fundó en el seno de la Hermandad
del Cautivo sanluqueño. Comenzaron con 7 marchas en su repertorio, forjando los
cimientos que le permitieron seguir creciendo paso a paso, llegando a tocar en
la capital sevillana el Martes Santo de 2002, acompañando a la Cruz de Guía de
la Hermandad de San Benito, y en 2004 comenzaron a poner sus sones tras el paso
de misterio del Carmen Doloroso con marchas como Reza María, Salve Madre o
Señor de la Paz.
Hacia junio de 2006, se produce la fusión entre dos formaciones
musicales, la B.C.T. Ntro. Padre Jesús Cautivo de Sanlúcar la Mayor y la B.C.T.
Stmo. Cristo del Buen Fin de Aznalcázar. Ambas bandas unen sus caminos con el
objetivo de afianzar los dos proyectos, consolidando definitivamente a la que
era la Banda de Cornetas y Tambores Cautivo y Santiago. Sin duda fue una de las
formaciones musicales con más repercusión de aquel momento, estrenándose en la
Semana Santa de la capital hispalense el Lunes Santo de 2007, acompañando al
paso del Cautivo de la Hermandad de Santa Genoveva, y dos jornadas después al
paso de misterio de la Hermandad del Carmen Doloroso del Miércoles Santo, que
realizaba por primera vez su estación de penitencia a la Santa Iglesia
Catedral. La banda estuvo acompañando musicalmente a ambas Cofradías durante
varios años, en los que se mantuvo en un primerísimo nivel de calidad musical.
Además, pusieron el color musical en distintos lugares de Andalucía, como
Alcalá del Río, Salteras o la propia Sanlúcar la Mayor. Esta época dorada de la
formación musical se ve reflejada en las tres grabaciones que realizaron
aquellos años: Paz y Amor, que fue grabado antes de la fusión entre ambas
bandas; Sueña Sevilla, editado en 2007; y X Aniversario, editado en 2009. En
ellos aparecen marchas tan características como Al Hijo de Dios, Sueña Sevilla,
Danos la Paz, Nuestra Cuaresma, Con Púrpura de Rey o Santísima Trinidad, que
marcaron un antes y un después en el terreno de la marcha procesional. Sin
embargo, tras una serie de problemas internos en la banda, esta cesa su
actividad a finales del año 2012.
En mayo del año 2013 tiene lugar un
ensayo en el que se produce un encuentro entre todos los que habían formado
parte de la banda alguna vez, presentándose al mismo más de 100 personas.
Empezaron las conversaciones con aires de nostalgia, y, tras un breve período
dubitativo en el que la formación se hizo parte de la Hermandad de la Entrada
Triunfal de Sanlúcar la Mayor, vuelven al seno de la que había sido su
Hermandad de toda la vida, la del Cautivo también de la ciudad sevillana, de la
mano del que a día de hoy es su director, D. Juan José Antúnez Mateo. Así, los
componentes de la renacida Banda de Cornetas y Tambores del Cautivo de Sanlúcar
la Mayor, entienden ese cese de la actividad de la anterior formación como un
año de descanso, retomando su habitual funcionamiento con gran entusiasmo e ímpetu.
En este breve espacio de tiempo de dos años han puesto sus sones en Sanlúcar la
Mayor, acompañando al titular de su Hermandad y a la Virgen del Carmen en julio
de 2014, en Écija con la Hermandad de la Piedad y en Sevilla capital en el
concierto celebrado con motivo del 75 Aniversario de la Hermandad del Rosario
de Benacazón, estrenándose además este año en la onubense ciudad de Moguer la
jornada de la Madrugá y el Sábado Santo tras el Nazareno y el Cristo de la
Misericordia, respectivamente.
Dejando de lado la historia, me
gustaría centrar la atención en el presente. Y es que estamos ante una banda
que, aunque en crecimiento, ya es una realidad con un nivel musical notable. Indudablemente
estamos ante una formación con muchísimo nombre, debido a una trayectoria
totalmente brillante. En esta nueva etapa, la banda comienza con bastante
juventud entre sus componentes, por lo que la cuota de ilusión necesaria para
que un proyecto sea fructífero parece asegurada. Bien es cierto que llevar en
el nombre la etiqueta de Cautivo (ya Santiago no) de Sanlúcar la Mayor supone
un arma de doble filo. Sin duda es una gran responsabilidad que puede caer como
una losa sobre los hombros de los componentes de esta, al fin y al cabo, joven
formación musical. Ya que aunque haya un nutrido número de miembros de la
anterior banda, bien es cierto que los ensayos como tal comenzaron en verano de
2013 con tan sólo 15 miembros, y a partir de ahí ha ido creciendo con la
incorporación de nuevos miembros, saliendo en la Semana Santa de 2014 con 62
componentes. Pero por otra parte, y es la que quisiera destacar, la formación
sanluqueña tiene ante sí un grandísimo reto, una meta muy alta que conseguir, y
sin duda ello es un factor motivacional a tener muy en cuenta. A mayor sea el
desafío, mayor será también el esfuerzo. No cabe lugar a dudas de que estamos
ante una banda en desarrollo, pero en mi opinión hay unos cimientos que van a
posibilitar el crecimiento continuo en ella. Sólo hay que ver el nivel musical
que demuestra la banda en la actualidad, con alrededor de 80 componentes, que
defienden sin problemas marchas que tocaban en su época dorada, como Salve
Madre o Danos la Paz.
En el repertorio actual aparecen
marchas clásicas como La Soledad de San Pablo, de Pascual Zueco Ramos, La
Sentencia de Cristo de Manuel Pérez Tejera o La Lanzada de Ramón Montoya. Pero
lo que ha hecho que esta banda brille con una luz especial es su repertorio
propio, del cual han rescatado gran cantidad de composiciones en su nueva
andadura. Mantienen, por tanto, la línea musical del anterior proyecto,
teniendo como columna vertebral de su repertorio las marchas por las cuales se
pusieron en primera plana del panorama musical cofrade. Destacar todas las
marchas propias que tienen en el repertorio resultaría complicado, debido al
gran número de composiciones que atesora dicha formación. He de decir que
prácticamente me ruboriza describir este estilo musical, que es capaz de hablar
por sí mismo. Un estilo que me atrevería a definir como desgarrador, derrochando
potencia de cornetería desde el comienzo hasta el fin de todas y cada una de
sus composiciones sin descuidar la afinación en ningún momento, aunque también
brindándole importancia a otros instrumentos, como el reconocidísimo solo de
trompeta del comienzo de Al Hijo de Dios, de Manuel Jesús Guerrero Marín, una
de esas marchas que pueden pasar 50 años y seguirá en la retina de todo aquel
que haya tenido la oportunidad de escucharla, probablemente la obra más
reconocida de la banda sanluqueña, y sin duda una de esas marchas que
despiertan sentimientos especiales en el cofrade. Sin duda, de mis preferidas
del género de la corneta y el tambor. Sueña Sevilla, de Raúl Rodríguez
Domínguez, obra también con gran repercusión, es el perfecto exponente del
derroche de las distintas voces de cornetas, con una alternancia entre las
mismas simplemente sublime, manteniendo un nivel altísimo de exigencia a lo
largo de su interpretación. Por otra parte, me ha pasado con varias marchas que
he escuchado por casualidad y sin saber que pertenecían a esta banda, que me
han impactado desde el primer momento en el que las he escuchado, algo que
raramente me pasa, ya que suelo necesitar escuchar una composición más de una
vez para “pillarle” el truquillo, como se dice coloquialmente. Pero luego he
buscado y resultaba que siempre provenían de la Banda de Cornetas y Tambores
del Cautivo y Santiago de Sanlúcar. La última con la que me sucedió esto mismo
es con Salve Madre, de David Moya Díaz. Un estilo de composición con algunos
matices diferentes a la línea musical habitual de la banda, sustituyendo el
derroche puro de potencia de cornetas por la dulce melodía que reviste el
desarrollo de la misma, con unos solos bellísimos y los destellos de calidad
propios del estilo de la formación sanluqueña. Sin duda, una de esas marchas
ideales para disfrutar una recogía como merece. También me ha sucedido con
marchas como Con Púrpura de Rey, de Raúl Rodríguez Domínguez, con un solo a dos
voces especialmente brillante, Danos la Paz, de David Moya Díaz, con unas notas
agudas que conmueven a cualquiera que las escuche, una marcha sobresaliente de
alfa a omega, rebosante de contrastes para esbozar una composición sublime, o
Señor de la Paz, también de David Moya Díaz, una composición que, en mi opinión,
encierra todos los elementos que convierten el estilo de esta banda en uno de
los preferidos de muchos cofrades amantes de la corneta y el tambor. Continuos
contrastes a lo largo del desarrollo de la marcha, sostenidos por una percusión
ideal para cada uno de ellos, solos exquisitos y muy bien hilados en el
contexto de la marcha y la característica potencia desgarradora de la corneta,
siempre con una afinación exquisita por su parte y la de la armonía, convierten
a Señor de la Paz en la síntesis perfecta del estilo de la Banda del Cautivo de Sanlúcar. Cabe destacar que muchas
de estas marchas de la formación musical las han ido adaptando gran cantidad de
bandas de toda la geografía española. A todo este elenco de marchas hay que
unirle las que han ido estrenándose en este nuevo período, como La Paz, de
Francisco Garrido, director musical de la formación sanluqueña, En tu Caminar
Cautivo, de Jesús Hidalgo Reinoso y Jesús Barrera Ríos, Por tus Lágrimas, de
Jesús Barrera Ríos, Es Nuestro Renacer, de Manuel Jesús González y Corazón
Cautivo, marcha de ordinario compuesta por Francisco Garrido y con la que la
banda llega habitualmente a las capillas para acompañar a las Hermandades.
Todas ellas con el sello de identidad de la espectacular banda sevillana,
siendo garantía de que el estilo del que muchos cofrades nos enamoramos tiene la
continuidad garantizada.
Esta admirada y querida banda de
cornetas tiene por delante un techo altísimo marcado por su deslumbrante
trayectoria, pero se ha propuesto ir subiendo peldaños apoyándose en la
humildad, el trabajo y la ilusión, por lo que en lo que a mí respecta, no me
cabe duda de su crecimiento musical constante. Para aquellos que pensábamos que
el estilo de Cautivo y Santiago había perecido, comprobar cómo la banda sanluqueña
renace de sus cenizas siendo capaces de interpretar marchas tan exigentes como
Al Hijo de Dios o Danos la Paz con gran solvencia, es sin duda un gran alivio. Sólo
puedo expresar hacia ellos palabras de admiración y de gratitud, porque con los
sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Cautivo de Sanlúcar no sólo Sueña
Sevilla, sino que soñamos muchos andaluces.
José Barea
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Recordatorio Pauta musical: La Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Prado-La Pasión de Ciudad Real