Últimamente, aparecen noticias sobre cambios en los horarios e itinerarios de algunas de nuestras hermandades, pertenecientes a cualquier lugar de nuestra tierra, ya sea en Granada, Málaga o Sevilla. Cambios que buscan mejorar la configuración del día, a los cuales han llegado con consenso con otras hermandades del día, o también para mejorar la imagen de la hermandad de la calle con el objetivo de buscar la entrada de hermanos más jóvenes y haga aumentar los cortejos penitenciales, como es el caso de una hermandad de Granada.
Anteriormente, mencionaba que se busca mejorar la configuración del día con una reestructuración, algo que ha ocurrido en Sevilla para varías jornadas de su Semana Santa como el Martes o Jueves Santo. Pero hay un día que realmente, todavía lo necesita y no se ha encontrado la solución para dicho día. Les hablo de la Madrugá, jornada de gran importancia en la Semana Santa sevillana con la salida de varias hermandades de renombre y solera como son el Gran Poder, Silencio, Esperanza Macarena, Esperanza de Triana, los Gitanos o el Calvario. Un jornada, que hace ya décadas tuvo un colapso y es la que más problemas acarrea, por ser el día con más nazarenos y con más público en sus calles. También hay que tener en cuenta que las hermandades en su discurrir, se concentran en un radio de 2 kilómetros, y muchas de ellas coinciden en varias calles a la vez, lo que produce paradas en unas, mientras que otras deben avanzar con mayor rapidez de lo normal con el objeto de dejar la vía libre para que la siguiente pueda seguir su transcurrir.
Todos los años se producen reuniones para hablar y encontrar soluciones entre el delegado del día del consejo de hermandades y los propios representantes de las hermandades, que hagan mejorar el día y no se produzcan estas situaciones que en algunas ocasiones, cansa a los hermanos que hacen estación de penitencia en el día con su hermandad. Son precisamente ellos, los hermanos los que más sufren en muchas ocasiones, de lo que se decide desde arriba, en cuanto a los recorridos y horarios, y es bueno pensar en ellos. Yo creo que se piensa en ellos, pero no sólo debemos pensar en los de la propia corporación, sino en los de las demás también.
En la semana presente, han aparecido varias noticias que han dejado una impronta negativa de la situación en la que se encuentra la restructuración de la jornada de la Madrugá. El comunicado de la Hermandad de los Gitanos, en el cual rechaza la propuesta del delegado del consejo de realizar rotaciones en los recorridos durante tres años, y su propuesta para alterar el orden de paso por la Carrera Oficial; y la posterior dimisión del propio delegado por el rechazo a su propuesta por dicha hermandad, ha dejado en punto muerto la búsqueda a una solución que arregle finalmente el día.
Yo no quiero echarle la culpa de esta situación a la corporación de los Gitanos, ellos tenían el derecho como cualquier hermandad a rechazar a dicho plan, si no lo veían claro como así ha sido, y proponer, cómo lo han hecho, otra alternativa. Yo sólo les pido a todos los Hermanos Mayores que estén a la altura, y demuestren querer solucionar la jornada, que haya consenso entre todas en pos de una mejor Madrugá para todos. Yo no les voy a dar ninguna solución ni ninguna propuesta, hay en foros y en la calle, seguramente propuestas de cofrades de pie, que puedan dar con la solución definitiva. Además, ellos manejaran, con seguridad, propuestas para ello. Tienen en su mano decidir la solución que sea definitiva, antes que sea desde el propio arzobispado la que tome cartas en el asunto -si la toma- para arreglarlo con un "decretazo", que imponga la reestructuración del día, algo que enfadará a muchos, y provocará el arrepentimiento de las propias hermandades por no haber llegado a un acuerdo.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo