Blas Jesús Muñoz. "Muchos hoteles han estado llenos toda la semana (..) dos o tres noches, incluso más, mucho mejor que en 2014 (...). Una semana sobresaliente en todos los sentidos (...) Córdoba ha estado llena desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección".
En estos términos se ha pronunciado el teniente alcalde de Promoción, Desarrollo y Turismo del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Navas. Un aspecto, el económico que parece haberse convertido en a única justificación válida de la Semana Santa, allá donde se celebre.
Si los hoteles están llenos el motor tiene gasolina, aunque los fundamentos primeros (aquellos que llaman religiosos) pasen de puntillas en las informaciones emitidas en la Semana de Pascua (¿Qué significará esa palabra?).
Está claro que noticias como la que se emite hablan del atractivo de esta celebración, allende nuestras fronteras, pero no es menos cierto que reducirla a una mera expresión mercantilista, no deja sino entrever el verdadero sustrato de quienes así lo postulan.
