Blas Jesús Muñoz. La semana pasada conocíamos la dimisión de David Pulido como capataz de la cuadrilla de Nuestra Señora de los Dolores. Una decisión compleja, a falta de un mes para la salida procesional de la Reina de San Jacinto en el Regina Mater.
Hablamos con David sobre esta difícil decisión, si bien, también aborda sus inicios como cofrade, sus momentos como capataz... Unas reflexiones más que recomendables las que, a continuación, les ofrecemos.
Para quienes no conocen a David Pulido, ¿cómo se define?
Como una persona normal y cercana. Un enamorado de la S. Santa, de Cristo y María.
¿Cómo son sus inicios en cofradías?
A través de mi padre pertenezco a las Angustias desde mi bautizo, 47 este año, y formo parte de su cortejo como monaguillo (enciende velas), nazareno, costalero, servidor.... Vuelvo a la cuadrilla tras el fallecimiento de mi padre. Me incorporé también a las hermandades de Los Dolores, Piedad y Esperanza y Vera-Cruz.
¿Qué destacaría de su devoción hacia Nuestra Señora de los Dolores?
Lo mucho que Ella me da.
En 2007, inicia su labor como capataz al frente de la cuadrilla de la Señora ¿Cómo recuerda esos momentos?
Inesperado. Todo un honor, un privilegio y un orgullo. Fue el mismo año que dejé de ser capataz en Palmeras. Los inicios fueron duros por la falta de costaleros, pero con una ilusión y unas ganas de luchar enormes tanto de su cuadrilla como mía. Y muchas veces la dificultad une a las personas de una manera imperecedera.
En 2014 completa la cuadrilla de la Virgen, cómo lo valora.
Como algo positivo en el sentido de no haber ocurrido antes, pero efímero.
En un tiempo más cercano, la Salida Extraordinaria de la Virgen fue muy intensa ¿Qué destacaría de la misma?
La actitud de las cuadrillas (Cristo y Virgen) y de Córdoba en general, y los momentos íntimos vividos junto a Ella.
¿Qué capataces han sido sus referentes?
En Córdoba valoro mucho el trabajo de Carlos Herencia, Curro, Rafael Muñoz, Javier Romero, José Luis Ochoa, David Arce....de fuera me inclino por Manolo Santiago y su hijo Antonio, Juanma López, los Villanueva... De todas formas creo que se aprende de todo aquel que se pone delante de un paso (para bien o para mal).
Hay una sensación acerca del auge del mundo del costal ¿Qué sensaciones tiene a este respecto?
Como todo tiene sus ciclos. Y sus modas. Lo que está claro es que ahora los muchachos que se acercan a este mundo ya traen unas nociones previas, aunque también a veces traigan algún concepto un tanto erróneo, según yo, claro.
Antes de ser nombrado capataz fue costalero ¿Qué destacaría de esa etapa?
No he dejado de ser costalero nunca. Es un oficio que me encanta y que valoro mucho. Casi una droga. Me llena mucho interiormente.
¿Cuáles son los valores que considera fundamentales para un costalero?
El amor hacia Cristo y María, el sentido religioso que ponga a lo que hace, la humildad, la obediencia, el compañerismo, y las ganas de aprender siempre.
Durante estos últimos años ha dirigido la cuadrilla de la Virgen de los Dolores ¿Qué motivos le empujan a dimitir como capataz?
Son motivos muy personales. Fundamentalmente creo que ha concluido esa etapa. Tampoco puedo ocultar mis diferencias y discrepancias a la hora de ver las cosas con otras personas. Ni puedo permitirme, por lo que represento, actuar de determinada manera.
Supongo que es una decisión compleja tanto por su devoción a la Santísima Virgen como por el momento en que la toma...
Efectivamente. Inmersos en un año jubilar, otro hito histórico es salir a la calle en tres ocasiones. Aclaro que, si bien iba a dimitir, me ofrecí en todo momento para completar el compromiso del día 27 de junio.
¿A partir de ahora volverá como costalero?
Sí, volveré como costalero. Y si me lo permiten alternaré los años en cada Titular dado que no creo que me quede mucho como costalero.
Antonio Cuenca le sustuirá en el Regna Mater, qué destacaría de él.
Es una persona muy trabajadora y con ganas de estar al frente.
¿Se plantea regresar algún día al frente de la cuadrilla?
Casi todo es posible en este mundo.
De su labor como capataz durante estos años, qué aspectos resaltaría.
Los grandes momentos vividos con su cuadrilla, las grandes amistades que tengo, el afecto y el cariño recibidos, y el haber intentado, a veces conseguido, enseñar aspectos técnicos fundamentales, y acercar la Palabra a la cuadrilla. De todas formas como capataz siempre recibes mucho más de lo que das.
¿Qué retos se plantea, a partir de ahora, David Pulido?
Continuar aprendiendo como costalero y capataz.
Un momento junto a la Señora.
Muchos, sobre todo mis charlas intimas con Ella, ya sea en el camarín, delante del paso, en la distancia de mi hogar o en cualquier lugar.
Un sueño.
Llegar a Ellos a través de estos oficios.
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