Blas Jesús Muñoz. Los hechos hablan por sí mismos antes, después y por encima de las palabras. Y los gestos que en ocasiones se tienen, merecen a personas e instituciones por encima de lo cotidiano, como es el caso del detalle que, recientemente, ha vuelto a tener una vez más la Hermandad del Perdón.
Una corporación la de San Roque que, pese a su humildad en algún sentido, se hace grande en los detalles que dan la verdadera medida de su dimensión institucional. Una dimensión que se presta para ayudar al esplendor de una imagen como la de María Auxiliadora, perteneciente a la Iglesia de la Sagrada Familia, situada en la barriada del Sector Sur.
El pasado día 1 de Mayo, esta talla recorría las calles de la feligresía en Rosario de la Aurora. Una salida para cuyo paso contó con los respiraderos y faldones que engalanan el de María Santísima del Rocío y Lágrimas. Un gesto que hermoso el piadoso acto de fe de la Santísima Virgen y que da cuenta del valor implícito que atesoran nuestras cofradías.