La pasada semana pudimos leer que la procesión del Corpus de esta nuestra querida Córdoba repite itinerario, noticia que un servidor, será por mi incultura en estos temas, no entiende. En la publicación de hace algunas semanas, "Cuando la desidia gana al buen hacer", ya esgrimí lo que opino de este Corpus nuestro, lo que no logro comprender, es como una mala decisión se puede corroborar por segunda vez, será por eso de que si el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, el cordobés puede hacerlo ilimitadas veces.
La procesión del Corpus de una ciudad, tiene la particularidad de recorrer la calles del centro de su ciudad, y las octavas parroquiales tienen la de recorrer las calles de su feligresía, así que podríamos decir que el Corpus se convirtió en Octava del Barrio de la Catedral.
No sé los motivos por los que se ha vuelto a elegir tal recorrido, sí, bonito es el entorno, pero no veo yo motivos pastorales pasar por una zona despoblada como es la Ronda de Isasa, será porque le dé el aire húmedo del río a la custodia, porque por otra cosa no será. Si ya había poca afluencia en el centro, dudo que esto cambie llevándose el recorrido a una zona lejana del centro, una zona que un cordobés no pisa si no es premeditada la visita. Si el Corpus era cutre, ahora es cutre y corto, es decir, se ha reducido a la máxima expresión del mínimo esfuerzo. Ya el Señor no sale a las calles de Córdoba, ya el Señor es un turista que pasea por la ribera y cruza por las calles guirísticas, es decir hemos llevado el Corpus al nivel más bajo de cutrez al que se puede llegar.
Quien sabe, a lo mejor el año que viene no sacan la custodia de Arfe porque pesa mucho y para tres horas de procesión no merece la pena. Pues como todo en esta ciudad. Espero que todas las personas que han tomado esa decisión, para cargarse una tradición que recuerdo, es más antigua que los patios, las cruces, la feria, etc., duerman plácidamente creyéndose los artífices del este nuevo corpus, que no es sino el inicio de la pérdida de otra tradición más de esta ciudad. Esta ciudad que antaño celebraba el Corpus en jueves, era fiesta, la gente se volcaba por engalanar las calles, y se celebraba en la tarde por haber corrida de toros.
Será que soy un exagerado y en realidad ahora es mejor que como se celebraba antes. Pero es que soy mu esaborío, como se dice en esta tierra y mu carca y en realidad sólo me gusta el blanco y negro, por eso no comprendo esa decisión. Y no tengo ganas de escribir más que el resto ya lo sabéis, y no me gusta repetirme. Así que, ¡ale! A disfrutar de las cosas bien hechas de esta ciudad, bien hechas para el resto, porque yo seguiré sangrando por los ojos cada vez que las vea. Hasta el viernes, y ya sabéis, otra razón para sentirme orgulloso de esta Córdoba nuestra.
Antonio Maya Velázquez
Recordatorio La Espada de Damocles: Perdiendo el Norte