Blas Jesús Muñoz. Se ha intentado negar tanto en redes sociales
como en los comentarios publicados a los artículos sobre este asunto en
Gente de Paz (algunos no, pues contienen insultos variopintos que van
contra la política de publicación de que se dota este medio), que el
pasado domingo se vertieran insultos al paso de la procesión de María
Auxiliadora.
Como ya publicábamos, desde la cuenta oficial de Ganemos Córdoba en Twitter se
reconocían los hechos, si bien se desmarcaban de los mismos. Aunque no
vayamos a entrar a valorar esas declaraciones, conviene recordar que uno
es responsable de lo que acontece en su sede, bien sea de una
agrupación de electores, de la Agrupación de Cofradías o de una
hermandad, lo que sucede en tu casa implica cierta responsabilidad.
Así
las cosas, desde este medio nos hemos puesto en contacto con Rafael
Palos, Director de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Fe en
su Sagrada Cena y testigo directo de lo acontecido en la noche
electoral del pasado 24 de mayo, a la vuelta del desfile procesional de
los Salesianos.
El responsable de la formación
musical de Poniente nos relataba como de vuelta al Santuario, al paso
por la sede de esta incipiente formación (que se halla ubicada
prácticamente al frente de la puerta del patio de los Antiguos Alumnos
salesianos), diversas personas que portaban latas de cerveza en sus
manos y enarbolaban una bandera de Ganemos (nos describe que la enseña
era de las que se usan para colgar en balcones) comenzaron a proferir
los insultos que ya se han reproducido en nuestras informaciones, tales
como "aprovechad que os quedan cuatro días", "ya están aquí los
beatos" o el término "meapilas".
En la sucesión
de hechos acontecidos destaca que uno de los portadores de la citada
bandera con el emblema de Ganemos pasó por encima del propio director de
la banda y de algunos miembros de la misma, imitando las formas de una
especie de jura de bandera, al modo castrense.
Un
par de efectivos de la Policía Local se acercaron hasta la sede del
partido y los incidentes no llegaron a más. Toda vez que, en un breve
espacio de tiempo, el local ya se hallaba cerrado.
Sin
embargo, aunque el hecho pueda ser tildado -quién sabe si de forma
tendenciosa- como aislado o no representativo de dicha formación
política, no es menos cierto que se produjo en la misma puerta de su
sede, se enarbolaba una bandera del mencionado grupo político y se
profirieron insultos. Las conclusiones, probablemente, hablen por sí
mismas.