La semana pasada saltó la noticia sobre la posibilidad del cambio de la fecha de celebración de la Pascua de Resurrección, y por lo tanto, de la Semana Santa; es decir, que haya una fecha fija común para todos los cristianos del mundo, digo todos los cristianos, ya sean católicos, ortodoxos, protestantes, y un largo etcétera de ramas existentes; planteada por el propio Papa Francisco en un retiro mundial de sacerdotes.
Ya hablaba mi compañero de GdP, José Barea, sobre este tema, el pasado viernes, en el cual hacía mención a la necesidad de unión de todas las ramas del Cristianismo, y que nos obnubilen otros asuntos de menor, mucho importancia que la presentada en propuesta por el Santo Padre.
Sin embargo, hoy ha aparecido en varios medios, las palabras del Papa Francisco sobre la intención seria de la Iglesia Católica de poner una fecha fija a dichas celebraciones, con el objeto de anteriormente les he comentado, y que ya les comentaron en la columna "Verde Esperanza" el pasado viernes. Por cierto, el propio Papa ha bromeado sobre la forma de elección de la fecha, la cual sigue la tradición clásica de celebrarlo la primera luna llena después del catorce de Nisan, ya que al paso se corre el riesgo de celebrar la Pascua en agosto.
También, esos mismos medios ha dado a conocer las primeras impresiones por parte de algún organismo o autoridad pública, como puede ser en Sevilla el nuevo alcalde, Juan Espadas, el cual ha manifestado que estará atento y analizará la propuesta del Santo Padre, pero que el consejo de hermandades tendrá que decir algo al respecto. Asimismo, he podido leer en ideal.es como ha asegurado el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Monseñor Claudio María, que lo ve muy difícil la celebración de la Semana Santa en una fecha fija, por la poca voluntad a que esto fuera posible por parte de las iglesias ortodoxas.
Evidentemente, esta noticia ha corrido como la pólvora en distintos mentideros, como pueden ser las propias redes sociales, o algunos foros cofrades existentes. Ya he podido ver opiniones tan dispares sobre la propuesta, los favorables a la misma con alguna condicionante y los no partidarios a la misma. Estos últimos son partidarios de mantener dicha tradición de elegir la fecha de la Pascua de Resurrección, y por lo tanto, de la Semana Santa, como anteriormente les he mencionado en este artículo. Por lo que he podido comprobar son bastantes, los partidarios de dejarlo tan y como está la cosa.
Pienso que es un tema bastante serio y es necesario tratarlo con mesura, y con detenimiento por parte de la Iglesia, para no "cagarla", con perdón de la palabra. Aquí, por lo que leo, se busca la unidad de todos los cristianos, ya sea de la rama que sea, algo un poco complicado y que creo que va a ser difícil de llevar adelante. Hay elementos comunes entre ellas, pero otras que pueden ser bastante separables. Una cosa que digo es, esto no es si sólo si no se va a ver una cofradía con distintas horas de sol, o el azahar no va a estar tan presente en nuestra Semana Santa. Es un tema serio, para pensar estos detalles que no tienen la importancia que tiene la propuesta.
Yo os diré que soy partidario de dejarlo como está todo, es decir, que se celebre estas fiestas con fecha variable, siendo la primera luna llena de la primavera, la que dictamine los días de celebración. Si esta propuesta se lleva a cabo, no seré critico con ella, sólo con aquellos detalles finales desarrollados de la misma que no me gusten, después de haberlo pensado y negociado con las partes, es decir, los distintos estamentos de nuestra Santa Iglesia. Evidentemente, la acataré, aunque no esté de acuerdo del todo.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo
