No lo duden los consiliarios, los hermanos mayores, los políticos, los militares, los jueces, los consejeros de los grandes bancos, hasta los comparsistas y la Seña Zuzana son personas como usted y como yo y claro tienen sus filias y sus fobias y hasta son béticos algunos. A algunos les gusta más un hermano mayor que otro y hasta un presidente más que otro. Con unos se toman unos tubos de cerveza y a otros les ponen la zancadilla cuando no los miran. Algunos consiliarios son así una especie en extinción.
La especialidad de unos pocos es mirar pa' otro lado cuando la cosa se pone turbia y llaman las urnas. Primero te dicen que están a tu lado y que eres muy buen cristiano, luego que seas paciente y si te hacen el supuesto y presunto truco del almendruco te piden por responsabilidad católica que perdones y olvides y claro que te calles y no levantes la voz que eso es malo pa' todo el mundo. El que se calla lo suele hacer porque es buena gente pero las consecuencias son las que son y el que te ha hecho el truco deja tu hermandad con menos hermanos que aficionados a los toros hay en Noruega. Y si encima lo dices eres como el demonio y si dices que la hermandad puede desaparecer y lo escribes, los mismos que en los bares lo gritan, te ponen a caldo por cualquier rincón del feisbul. De eso no tiene culpa el consiliario o sí...
Juan Antonio Martínez Aragón
Recordatorio Desde el Gallinero