Blas Jesús Muñoz. Vivimos días en que la
información se precipita en torno a la Magna, si bien, en ocasiones, se
hace necesario insuflar aire y recordar momentos que no fueron
sencillos, sino que supusieron un punto y aparte.
Este
es el caso de la Pro Hermandad de la Quinta Angustia que este lunes día
22 celebraba el segundo aniversario de la bendición de su titular
mariana, María Santísima de la Quinta Angustia.
Salida
de las gubias de Juan Jimenez González y Pablo Porras Castro, la Virgen de la corporación radicada en la Iglesia de la Merced es un
ejemplo de belleza serena, así como de la decisión y empuje de los
cofrades que la pensaron, soñaron y, ahora, veneran.
El
sueño de su Hermandad continúa y, en días como aquél, los recuerdos se
agolpan, la emoción cobra protagonismo y atrapa porque las emociones
enganchan y ésta no es fruto sino de la fe que nos mueve y nos hace
crecer cada día.