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miércoles, 22 de julio de 2015

La nueva puerta no puede ser una falsificación


Blas Jesús Muñoz. La controversia en torno a la apertura de la segunda puerta de la catedral sigue su curso de actos, gestos y declaraciones. En esta ocasión, se trata de las declaraciones vertidas por uno de los actores principales que se hallan en contra de la resolución emitida por la Junta de Andalucía, aprobando el proyecto presentado por el Cabildo Catedral. Rafael De La-Hoz Companys.


"La Mezquita de Córdoba no puede permitirse tener una imitación, tener una pieza que intenta imitar a otra. Es inadmisible", ha afirmado el hijo del "coautor de las celosías". Unas afirmaciones que resaltan por categóricas. Toda vez que llama la atención que se quiera poner en el mismo prisma a partes originales en la construcción del templo con unas celosías que apenas cuentan con cuarenta años de existencia.

"Dudo de que alguien con un criterio imparcial mantenga que respetar la celosía es destruirla y guardar los vestigios en un almacén". Dicha aseveración viene dada porque el hijo del arquitecto asegura que el peso de la pieza se situaría en las dos toneladas y su sustitución implicaría su destrucción. 

Sin embargo las palabras de De La-Hoz han ido más allá para tildar de falsificación el proyecto aprobado, en los siguientes términos: "La Mezquita de Córdoba no puede permitirse tener una imitación, tener una pieza que intenta imitar a otra. Es inadmisible".





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