Raquel Medina. Hoy es un día de luto para la familia rociera. Nos ha dejado en la tierra el Padre Quevedo, o el Tito Pepe, como le llamábamos cariñosamente muchos rocieros jóvenes.
El jesuita D. José González de Quevedo ha sido un gran enamorado de la Virgen del Rocío, a la que ha compuesto ciento de sevillanas y plegarias, por lo que estoy segura que ya estará gozando de su presencia y la de su Bendito Hijo.
Gran orador y poeta, le han hecho predicar y pregonar a casi todas las hermandades rocieras. Cabe destacar que en el año 2013, la Hermandad Matriz de Ntra. Sra. del Rocío de Almonte, lo nombró Hermano Honorario.
Descanse en paz e intercede por todos nosotros, pecadores, ante la Reina Marismeña.
Recordatorio Puerta del Cielo