Blas Jesús Muñoz. La decisión adoptada por la autoridad eclesiástica no deja lugar a demasiadas opciones a la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad de las Angustias, que no pasen por la convocatoria de un Cabildo General donde se aborde una reforma de las normas internas de la corporación, un cabildo para el que la junta de gobierno ya tiene una fecha en mente.
Todo ello, atendiendo a que los regentes de la cofradía de San Agustín pretendan seguir adelante con el cambio de género musical que han abordado. Puesto que también podrían optar por mantener la situación musical como ha venido reproduciéndose durante las últimas décadas.
Sea como fuere, la Junta que preside Manuel Rafael Fernández afronta una difícil tesitura puesto que se halla con dos contratos firmados y, al menos, con la manifiesta incomodidad de una de las formaciones musicales. Lo cual indica que la solución a esta peculiar situación no se aventura sencilla.
Sea Coronación, Tubamirum o ninguna de ambas bandas, a buen seguro, sea ordinario u extraordinario, los regentes de las Angustias habrán de dar unas explicaciones a sus hermanos sobre las acciones realizadas en apenas tres semanas de mandato.
