Blas Jesús Muñoz. Ha caído la noche cuando nos sentamos a hablar de cofradías los tres. A lo largo de la entrevista, el tercer miembro de esta charla, no se pronunciará durante la grabación. Es curiosa la estampa porque los tres hemos coincidido bajo las trabajaderas del palio de la Caridad, así como en otros aspectos de la vida que provienen de la misma infancia.
Juan Manuel Cabello es en la actualidad capataz de la cuadrilla de María Santísima de la Caridad, pero, ante todo, se define como costalero. Del mundo del costal, del llamador, del auge y de las carencias hablamos durante un espacio de tiempo que ahora les traemos en esta entrevista. Disfruten.
¿Cómo empieza en cofradías?
Comienzo a los diez años con la ilusión de salir de nazareno y, como mi madre es del Rescatado, quise salir allí. Por diversas circunstancias no pudo ser y, por mediación de un compañero de trabajo de mi padre -Joaquín Fenoi- me fui a la Hermandad del Amor donde salí durante tres años.Después salí un año en el Rescatado y con catorce años salí de costalero en la Borriquita y hasta ahora...
Si tuviera que destacar un recuerdo de estos años...
En el 2000, con la Virgen de la Caridad, una chicotá espectacular que dimos subiendo Claudio Marcelo. Ese año la Hermandad de la Borriquita se había quedado en casa y, al pasar por Carrera Oficial con la Caridad, no pude evitar recordar que no había podido pasar por allí con la Borriquita.
Costalero de la Caridad y pasa a capataz, ¿cómo es ese proceso?
Cuando entra Pedro de Hermano Mayor y nombra a Joaquín como capataz, éste me lleva a mi como segundo. Al dejarlo él, la Junta de Gobierno me ofrece la responsabilidad de ser capataz, tras solo un año de experiencia como segundo, porque querían que fuese alguien de la casa como hicieron con Nano (Antonio Jesús Ortega) el año anterior. Fue un reto muy ilusionante a la vez que tuve mucho miedo y sigo teniéndolo todos los años.
Esa cuadrilla ha pasado por épocas en que no había tantos costaleros como tiene ahora ¿Cómo se consigue?
Con muchas llamadas, muchos favores. Mucho trabajo porque aunque llame a amigos, también es cierto que me llaman para salir, sobre todo, por la belleza de Ella y por la forma de andar que le hemos dado. Los capataces anteriores le dieron ese son, esa forma de andar que nosotros hemos ido renovando y perfeccionando un poquito más, aun queda por hacer. Gracias a Dios los costaleros van viniendo porque ven algo ilusionante en el palio.
Si tuviera que valorar o poner nota al trabajo realizado durante estos años.
No me puedo poner nota porque siempre suspendo. Todavía hay muchas cosas por hacer.
Y a su equipo.
Un diez. Me aguantan muchas cosas, llamadas, cambios... Para aguantarme hay que echarle paciencia. Un diez.
Es un recorrido bonito el que la Hermandad del Buen Suceso tiene. Si tuviera que quedarse con una chicotá...
Conde y Luque, y Deanes para mí es muy importante. De nuestro recorrido es el momento más complicado. Como chicotá importante y emotiva nuestra, la última dentro de la Iglesia en la que ya estamos solos con los hermanos. Llevamos dos años haciéndolo y en ese momento das rienda suelta a las emociones.
¿Quién te ha marcado como capataz?
Lorenzo de Juan. Desde que empecé en la Borriquita con él siempre he ido de su mano. Como capataz no me ha dicho lo que tengo que hacer, pero siempre me he fijado en él, en su forma de trabajar y es mi enseña a la hora de mandar delante de un paso.
Y si tuviera que destacar a otro de los que hay en la actualidad...
Curro siempre está ahí, siempre es bueno ver sus ensayos porque aprendes cosas nuevas. Un capataz que creo que va a ser grande es Enrique Garrido.
¿Un costalero?
Manuel Rubiales. Es mi hermano, con mirarnos nada más ya sabemos lo que tenemos que hacer. Siempre hemos estado juntos y creo que seré su fijador toda la vida.
Vivimos una época en que ser costalero está de moda ¿A qué cree que se debe?
A la juventud que tiene mucha ilusión y mucha fe por entrar en este mundo. Hay mucha cantera, los pasitos chicos están muy de moda. Antiguamente, para salir en un paso no teníamos apenas referencias familiares. Ahora, ¿quién no tiene un familiar o amigo que sale de costalero? Es muy bonito que los jóvenes se apasionen por este mundo y una responsabilidad porque debemos enseñarles bien.
¿Los costaleros de hoy tienen poca capacidad de sufrimiento?
Qué paso no tiene hoy dos cuadrillas. El costalero de hoy no ha sufrido lo mismo que nosotros cuando nos metíamos debajo del paso en la iglesia y no sabías cuándo ibas a poder salir. Fue malo el sufrimiento que padecimos muchos. Hay costaleros que deberían sufrir un poquito y menos posturitas, las posturitas que se queden en los vídeos. Debajo de un paso hay que sufrir un poco, morderse la lengua y tirar para arriba.
Hablando de este tema, ¿hay alguna chicotá que te haya marcado por lo mal que lo hayas pasado?
Una muy dura fue el segundo año mío de la Reina de los Mártires. Encerraba al Esparraguero y me iba para allá y en la Calle de la Feria era el quinto hombre de la trabajadera y fue muy dura. La más dura que recuerdo.
¿Qué destacaría del capataz del misterio del Buen Suceso?
Su compromiso. Es un capataz que ha llenado de costaleros el paso del Buen Suceso y lo sigue haciendo, ensayo tras ensayo. Cuántos capataces han pasado por ahí y no han sido capaces de hacer eso. Valoro mucho su entrega y sacrificio. Todo lo que puedo decir de él es bueno.
¿Cuál es su costalero tipo?
Un costalero que lo que lleve arriba le llene, que no sea salir por salir. Y que tenga técnica.
Si le llegara la oportunidad de crecer con tu equipo y tu cuadrilla en otra cofradía, ¿aceptaría el reto?
Depende de muchas cosas. No quisiera estropear lo que llevo en la Caridad. Tendría que pensarlo detenidamente. No cogería otro paso si ello implica estropear lo que hay en la Caridad.
También pertenece a la Junta de Gobierno del Buen Suceso ¿Qué destacaría de esta experiencia?
Mi experiencia con Pedro (Míguez) es muy positiva. Es un hermano mayor con el que se puede dialogar y la junta de gobierno está muy comprometida y entregada. Hay muchos proyectos interesantes.
¿Va a estar el paso de misterio tallado en 2016?
Se ha llevado ya el canasto completo a tallar. La junta de gobierno tiene la esperanza de ver el canasto tallado en 2016. Nuestro empeño está en que se acabe, depende también de la carga de trabajo de los tallistas.
Dentro de veinte años se sigue viendo...
Me sigo viendo de costalero. Como capataz me veo de año en año porque soy, ante todo, costalero.