“No todos hablan el mismo lenguaje, pero los que comparten el mismo sentimiento se entienden”
Hay cuadrillas que tardan años en consolidarse y tan sólo bastan decisiones y minutos para generar división. Al igual que amistades que por defecto de forma o por falta de sinceridad se ven deterioradas. Y es que, no están siendo buenos momentos para algunas cuadrillas y para algunos componentes de las mismas, que se encuentran en situaciones difíciles e incomodas y es ahora cuando encuentran motivos donde antes no los había y sentido a lo que antes parecía incomprensible.
Uno de estos casos es el de la hermandad de la Paz, que tras mucha rumorología, por fin ha estimado a bien presentar a su antigua cuadrilla de costaleros al nuevo cuerpo de capataces, que regirá desde este instante el caminar de la dulce Paloma de Capuchinos. Un trámite que no será fácil, mas quizás por la tardanza y el enturbiamiento previo, que por la predisposición de la gente del costal, que humildemente han ido acatando toda decisión de la corporación de manera prudente y respetuosa, como debe ser. No olvidemos que una cosa es la prudencia, el respeto y otra bien distinta es, la opinión.
Muchos sabemos que sus trabajaderas se llenarán sea quien sea el encargado de dirigirla, pues su cuadrilla es muy devota. La diferencia es que no sólo hace falta una cuadrilla repleta de costaleros, también hace falta que esa cuadrilla sea respetada por sus capataces y que sus componentes confíen a pie juntillas en las decisiones que estos adopten. Esas cuadrillas pedirán a los que fueron antiguos compañeros que se respeten las formas y sobretodo que se sea consecuentes con sus actos previos.
Esto es lo que le puede ocurrir al nuevo y flamante equipo de capataces de nuestra señora de la Paz y esperanza y es que si las bases de una buena relación son la confianza y el respeto hacia los otros, en esta ocasión hay que partir del polo totalmente opuesto, pues poco se ha respetado a algunos compañeros con comentarios no apropiados, desprestigiando su trabajo y labor bajo esas benditas trabajaderas, y poca confianza despiertan quienes por más de tres veces negaron, pero claro está, Pedro negó tres veces y sobre él se edificó la iglesia… Por tanto no le digas a Dios cuán grande es tu problema, dile a tu problema cuán grande es Dios, pues solo de esta manera y bajo una gran devoción se podrá ir confeccionando una cuadrilla acorde a las necesidades.
Aun así, bien es verdad que por deferencia hacia los que han sido, o van a ser devotos costaleros de nuestra reina de la simpatía, se debería hablar de una vez con sinceridad y estos acontecimientos que hoy se desvelan, deberían haber sido comunicados con anterioridad, pues no por su tardanza se ha mejorado el producto final.
Desde aquí mi enhorabuena y suerte al nuevo equipo, muy conocido por mí, y al resto de hermanos decirles que sigan haciendo gala de su devoción. Repartan Paz y Esperanza, humildad y paciencia hacia su titular, porque sólo los que NO se creen más que otros, sólo los que trabajan UNIDOS y con constancia por un mismo fin, obtienen la recompensa y la honra de ser costaleros por la gracia de Dios y el cariño y respeto de sus cuadrillas. Los demás, tan sólo el reconocimiento fugaz de haber salido, de haber participado y de ser mencionados en algún artículo periodístico, o de opinión.
Manuel Orozco Estrada
Recordatorio De trama simple: Entre silencio y aplausos