"Es preciso recordar que siempre hay un futuro, futuro que es inexorablemente incierto. Con esto no quiero dar un mensaje de pesimismo, ni mucho menos, ya que la incertidumbre puede terminar tanto negativa como positivamente, con la ventaja de que el ser humano tiene facultades para inclinar la balanza a su favor."
Roberto Gómez Bolaños
Son muchos los cambios que se han producido y se van a producir en este año, cambios producidos en muchas de las corporaciones de nuestra ciudad por no decir casi en todas. Unos vienen designados por la decisión de bajar a la catedral y otros vienen propiciados por los cambios en sus juntas de gobierno, en los capataces encargados de sus titulares, bandas, horarios, recorridos, etc.
Todo cambio produce consecuencias, toda acción tiene su reacción, y el mundo del costal es muy sensible a ello. Las cuadrillas de costaleros no son muy amigas de inestabilidades y estas pueden traer, o quizás ya, están teniendo algunas consecuencias.
Hace unos días, me llegaron comentarios sobre la disminución en el numero de costaleros en algunas de las igualas realizadas, también sobre movimientos de grupos de costaleros de una a otra corporación, incluso el testimonio a viva voz de un amigo, que me explicaba como en esta Semana Santa se limitará a realizar estación de penitencia únicamente con su hermandad. Estas circunstancias me hacen preguntarme si en realidad el mundo del costal esta tan vivo y es tan nutrido como pensamos, o la realidad es bien distinta. Me vienen a la cabeza varias dudas y preguntas respecto de la capacidad y preparación de TODOS, ante estos retos y sobre si sabremos adaptarnos a estas circunstancias sin una merma en calidad. Y es que nos enfrentamos a una de las semanas santas más selectivas de los últimos años en lo que se refiere al mundo del costal y del martillo, constituyendo un punto de partida para nuestro futuro más inmediato.
Manuel Orozco Estrada
Recordatorio De trama simple: Entre chaquetas y costales