Blas Jesús Muñoz. Uno de los ingresos directos con que se
financia un buen número de cofradías se obtiene gracias a la venta de
participaciones de lotería. Máxime cuando la papeleta resulta premiada
con un reintegro menor y algunos hermanos deciden no cobrarlas, a fin de
que esa cantidad redunde en benéfico de la cofradía.
Durante estos días hemos podido asistir a la muestra de
apoyo público de los vecinos del Barrio del Naranjo, rompiendo sus
participaciones premiadas en pos de la Hermandad del Martes Santo. Si
bien no ha sido el único gesto que hemos podido apreciar.
De indole similar, el Hermano Mayor del Perdón, Fernando
Castro, hacia pública su donación al palio del Rocío y Lágrimas
rompiendo papeletas de lotería premiadas. Un gesto simbólico que resume
la más que intensa labor que tanto él como su Junta de Gobierno están
desarrollando de cara a hacer realidad este ilusionante objetivo.