José Barea/Blas Jesús Muñoz. Suena "Lloras en tu Soledad", de Nicolás Barbero Rivas. En cualquier calle, en cualquier punto de la geografía emocional de las cofradías. Los sones se dejan caer en el diálogo místico que la marcha entabla con lo sagrado para dotar a la pieza de la autonomía de las grandes obras que superan el concepto tiempo y trascienden a su autor para convertirse en el patrimonio sentimental de quien la asocia a un momento irrepetible.
Suena "Lloras en tu Soledad", de Nicolás Barbero Rivas, interpretada por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares. Una de las mejores formaciones del género en época contemporánea y que ha hecho de las piezas compuestas por Barbero uno de sus elementos definitorios. Suena la marcha, por ejemplo en Martes Santo, tras el Señor de la Santa Faz, en un 2016 que supondrá el estreno de la agrupación con la corporación de la Trinidad. Aunque, por fortuna, en la capital cordobesa ya hemos podido disfrutar de sus sones sublimes.
Y es que llevan varios años siendo la última trabajadera del misterio de Jesús de las Penas, popularmente conocido como el Gitano, cada Domingo de Ramos. Allí, cuadrilla y banda demuestran cómo camina un paso haciendo cambios al son de la música, cómo puede ponerse bocabajo una cuesta a merced de solos eternos como el de Triunfo en tu Santa Cruz, cómo conseguir un binomio perfecto entre agrupación y Sagrado Titular que conmueva el alma de cada persona que se acerca a contemplar la Pasión de Cristo según San Andrés.
Sin duda la Pasión de Linares es la formación que ha alterado el devenir del panorama de las agrupaciones musicales, marcado históricamente por las sevillanas, creadoras de este estilo musical. Hoy en día resulta fácil encontrar varias marchas de la banda linarense en cualquier repertorio de casi cualquier agrupación musical. Y eso sólo ha podido conseguirse con años de buen trabajo, de entrega y sacrificio y, sobretodo, de mucho talento. En la actualidad, se les considera la mejor agrupación musical de Andalucía, y aunque a mí, en general, no me guste categorizar a las bandas en función de mejores o peores, no me opondría a dicha afirmación. Derroche de afinación, marchas que se acoplan a la perfección a cualquier tipo de misterio: con cambios como puede ser el Gitano de Córdoba o el Prendimiento de Almería, o sin cambios como el elegante caminar de los Favores de Granada; entrega total a la Hermandad a la que acompañan -ya podrían aprender muchas otras-; y como digo, talento, mucho talento a la hora de interpretar obras de dificultad alta con la precisión de un neurocirujano, son razones para que Córdoba esté de enhorabuena por poder disfrutar, por partida doble, de una agrupación musical que brilla con luz propia.
Ahora a la Córdoba cofrade le toca deleitarse con marchas eternas, como Reo de Muerte, Jesús del Prendimiento o Sangre en tus Clavos, además de las ya mencionadas, y el caminar de un fabuloso paso de misterio que no realiza tantos cambios como el del Gitano. Una conjunción nueva por descubrir, aunque estando en la ecuación Pasión de Linares, a buen seguro que esperan grandes momentos cofrades el próximo Martes Santo.
